El 31 de enero de 2025, el Parlamento alemán alemán, Bundestag, rechazó una proposición de ley de inmigración presentada por la oposición conservadora, encabezada por Friedrich Merz de la Unión Democristiana (CDU). La votación fue cerrada, con 350 votos en contra y 338 a favor, además de cinco abstenciones.
La propuesta de ley contemplaba restricciones significativas a la entrada de inmigrantes y medidas que limitaban la reunificación familiar de aquellos con estatus de protección, además de otorgar más poderes a la policía federal para ejecutar deportaciones.
En medio de un contexto político y social tenso, la CDU buscaba el apoyo del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) para lograr la aprobación de la ley. Esta estrategia provocó duras críticas, incluso de la ex canciller Angela Merkel, quien acusó a Merz de romper un "tabú" al colaborar con un partido conocido por sus posturas extremistas.
En la arena política actual, la CDU lidera las encuestas con aproximadamente el 30% del apoyo, seguida de AfD con cerca del 20%. Mientras tanto, los partidos de izquierda, incluidos los Socialdemócratas (SPD) y los Verdes, se encuentran más rezagados en las preferencias electorales.
Friedrich Merz defendió su enfoque político, argumentando que "no se puede considerar errónea una decisión solo porque sea apoyada por el 'partido equivocado'". Por su parte, Olaf Scholz, el canciller en funciones y líder del SPD, catalogó la decisión de Merz como un "error imperdonable", subrayando el consenso histórico en Alemania contra la colaboración con la extrema derecha.
La decisión del Bundestag provocó numerosas manifestaciones en diversas ciudades alemanas, donde miles de personas protestaron en contra de la cooperación entre la CDU y AfD. Estas protestas reflejan el descontento de una parte considerable de la población respecto a la dirección política del país.
Este clima de tensión se intensificó dos días antes, cuando el Bundestag aprobó una moción no vinculante con el apoyo también del AfD, aumentando la crítica a Merz y su estrategia.
La votación se produce en un período crucial, ya que Alemania se prepara para elecciones anticipadas el 23 de febrero de 2025. La convocatoria a elecciones se realizó tras la disolución de la coalición gobernante liderada por Scholz en noviembre de 2024, lo que añade un componente de incertidumbre político adicional.
El rechazo de la ley de inmigración evidencia las profundas divisiones dentro del Bundestag y la complejidad del debate migratorio en Alemania, en un contexto donde la influencia de la extrema derecha ha ido en aumento.