Zhu Hengpeng, conocido economista chino y ex director adjunto del Instituto de Economía en la Academia China de Ciencias Sociales (CASS), ha desaparecido de la vida pública después de criticar a Xi Jinping, presidente de China, en un grupo privado de WeChat. El incidente ha causado una ola de preocupación en la comunidad académica y ha puesto de manifiesto una intensificación de la represión gubernamental contra los disidentes.
Zhu, quien desempeñó un papel crucial en el think tank estatal CASS durante cerca de 10 años y fue director independiente del Grupo China Meheco de 2013 a 2015, emitió comentarios críticos sobre la economía del país en un foro privado. Entre sus observaciones, mencionó la mortalidad de Xi y criticó su liderazgo, lo que resultó en su posterior investigación, destitución y detención.
La última aparición pública de Zhu fue a finales de abril de 2024, cuando participó en una conferencia sobre el sistema de atención a personas mayores. Durante su intervención, sugirió posibles soluciones para financiar el sistema de pensiones de China, incluida la idea de contribuciones intergeneracionales.
Esta desaparición se produce en un contexto de desaceleración económica en China, caracterizada por una crisis prolongada en el sector inmobiliario y una disminución de la confianza de los consumidores. Pese a los esfuerzos del gobierno por impulsar la economía mediante un nuevo paquete de estímulos y recortes de tasas, los analistas señalan que estas medidas son insuficientes para resolver los problemas subyacentes.
El caso de Zhu Hengpeng no es aislado. Desde 2019, al menos 30 disidentes han desaparecido en circunstancias similares, y según la ONU, hay 168 casos de desapariciones forzadas no resueltos en China. La detención de Zhu sigue una tendencia continua de represión bajo el liderazgo de Xi Jinping, que ha intensificado la censura y las represalias contra quienes se oponen a las políticas del Partido Comunista.
La preocupación entre los académicos y políticos en China es palpable. Muchos temen que el caso de Zhu sea un indicio de una represión más amplia destinada a acallar cualquier voz crítica sobre las políticas económicas del régimen. Esto ha generado incertidumbre y temor dentro de la comunidad académica, que ve en la desaparición de Zhu una amenaza a la libertad de expresión y al debate intelectual en el país.
La situación de Zhu también refleja las difíciles condiciones bajo las que operan los críticos del gobierno en China, donde expresar opiniones contrarias a la narrativa oficial puede llevar a consecuencias graves, incluyendo la desaparición y detención. Este ambiente restrictivo ha sido un motivo de alarma para observadores internacionales y defensores de los derechos humanos, que llaman la atención sobre la creciente represión en el país.
En resumen, la desaparición de Zhu Hengpeng es un episodio revelador que destaca los crecientes riesgos para aquellos que desafían al gobierno chino, subrayando la tensión entre el control estatal y la libertad de expresión en la nación asiática.