Apia, la capital de Samoa, fue el escenario de la reunión de los Jefes de Gobierno de la Commonwealth (CHOGM), donde se congregaron líderes de 56 naciones bajo la convocatoria de El Rey Carlos III. En esta cumbre, el monarca británico ofreció un discurso centrado en los desafíos históricos y contemporáneos que enfrenta la Commonwealth.
Durante su intervención, Carlos III reconoció los “aspectos dolorosos” del pasado británico, incluyendo legados de la esclavitud y el colonialismo. Sin embargo, no abordó explícitamente las demandas de reparaciones económicas, concentrándose en la importancia de aprender de la historia y aplicar esas lecciones para tomar mejores decisiones en la actualidad. “Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado, pero podemos comprometernos a aprender de sus lecciones”, enfatizó el rey.

La cumbre también se centró en los desafíos actuales, como la crisis climática y los problemas de desarrollo. Charles III destacó eventos recientes que han exacerbado las desigualdades, mencionando tormentas en el Caribe y sequías en África Oriental. El monarca subrayó que “las vidas, los medios de subsistencia y los derechos humanos están en riesgo en toda la Commonwealth”, haciendo un llamado a la colaboración y unidad para enfrentar estos obstáculos.
El primer ministro de las Bahamas, Philip Davis, fue uno de los líderes que expresó la necesidad de un diálogo auténtico sobre las injusticias históricas, y pidió un reconocimiento continuo de los legados del colonialismo. Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, aunque reconoció el impacto del comercio de esclavos, descartó las reparaciones financieras directas. En cambio, propuso enfoques de justicia reparativa no financiera, como la reestructuración de instituciones financieras y el alivio de la deuda.

Se anticipó que el comunicado final de la cumbre incluiría referencias a medidas de justicia reparativa. A pesar de la presión de líderes caribeños y africanos, el gobierno británico no contempla pagar reparaciones directas, generando un debate entre los asistentes sobre cómo abordar de manera efectiva los legados coloniales.
En conclusión, la cumbre hizo hincapié en la importancia de la unidad y el respeto mutuo entre las naciones para resolver las desigualdades históricas y actuales. Charles III, en su primer discurso en una cumbre de la Commonwealth desde su ascenso al trono, dejó claro que reconocer y aprender del pasado es esencial para enfrentar los desafíos del presente y del futuro.