El Tribunal Supremo de Rusia ha emitido un fallo histórico que declara al "movimiento público LGBT internacional" como una organización extremista, prohibiendo efectivamente sus actividades en todo el país. Esta decisión, impulsada por una moción del Ministerio de Justicia, marca un paso drástico en la represión contra los defensores de los derechos de las personas gay, lesbianas y transgénero en un país que se ha vuelto cada vez más conservador.
La audiencia se llevó a cabo a puertas cerradas, y no hubo representantes del "lado del demandado" presentes. La decisión ha generado alarma entre los activistas y defensores de los derechos humanos, quienes advierten que podría conducir a arrestos y procesamientos de la ya oprimida comunidad LGBTQ+. La ley rusa castiga la participación o financiación de una organización extremista con hasta 12 años de prisión, y la exhibición de símbolos de tales grupos puede resultar en detenciones de hasta 15 días o hasta cuatro años de prisión para infracciones reiteradas.
El Ministerio de Justicia, en su demanda, argumentó que había identificado "signos y manifestaciones de una naturaleza extremista" en un movimiento LGBTQ+ que opera en Rusia, incluyendo la "incitación a la discordia social y religiosa", aunque no ofreció detalles ni evidencia. Activistas y abogados de derechos humanos temen que la vaga redacción de la ley permita a las autoridades rusas perseguir arbitrariamente a cualquier individuo o grupo que consideren parte del "movimiento".
Desde 2013, Rusia ha adoptado leyes que prohíben la "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales" entre menores y, más recientemente, ha extendido estas restricciones a todos los grupos de edad. La promoción pública de los derechos LGBTQ+ ha sido efectivamente ilegalizada, y referencias a personas LGBT han sido eliminadas de libros, películas, anuncios y programas de televisión. Este último fallo del Tribunal Supremo es visto como un esfuerzo por parte del Kremlin para promover "valores familiares tradicionales" y retratar el activismo LGBT como inherentemente occidental y hostil a Rusia.