Hvaldimir, la ballena beluga que capturó la atención del mundo por llevar un arnés marcado con "Equipment St. Petersburg", fue encontrada muerta en la Bahía de Risavika en el sur de Noruega, el 31 de agosto de 2024. La ballena, que pesaba 1,225 kilogramos y medía 4.2 metros, había sido avistada por primera vez en abril de 2019 cerca de la isla Ingøya, lo que llevó a especulaciones sobre su entrenamiento por parte de la marina rusa.
La emisora pública noruega NRK reportó que el cuerpo fue descubierto por un padre y su hijo durante una jornada de pesca. Posteriormente, Hvaldimir fue levantada del agua con una grúa y trasladada a un puerto cercano para su examen por expertos.
El biólogo marino Sebastian Strand, quien había monitoreado a la ballena durante los últimos tres años, indicó que no se observaron heridas externas significativas en el cuerpo del animal, y que la causa de su muerte aún no se ha determinado. "Hvaldimir parecía estar en buen estado de salud hasta el día anterior a su muerte", destacó Strand.

Hvaldimir se ganó la simpatía del público por su comportamiento amistoso y su disposición para interactuar con los humanos. La ONG Marine Mind sugirió que la ballena podría haber estado en cautiverio en Rusia antes de llegar a las costas noruegas. Hvaldimir fue vista por primera vez en abril de 2019, y rápidamente se hizo famosa no solo por su interactivo y amistoso comportamiento, sino también por el arnés que generó especulaciones sobre su posible entrenamiento militar por parte de Rusia.
Desde que fue descubierta, Hvaldimir fue vista en diversas localidades costeras de Noruega, convirtiéndose en un símbolo de la curiosidad y la conexión entre humanos y animales marinos. Su muerte ha causado una significativa respuesta emocional entre los residentes locales y los biólogos que la estudiaban.
El hallazgo del arnés que llevaba la inscripción "Equipment St. Petersburg" generó muchas preguntas sobre su origen y entrenamiento. Sin embargo, a pesar de las numerosas teorías, no se ha confirmado si la ballena fue realmente utilizada con fines militares.
La comunidad científica y los locales que seguían de cerca a Hvaldimir están a la espera de más detalles sobre las investigaciones en curso para esclarecer las circunstancias de su muerte. Mientras tanto, el legado de la ballena sigue siendo un recordatorio de las complejas interacciones entre humanos y la fauna marina.