Enoch Burke, un profesor irlandés, fue encarcelado por tercera vez después de continuar desafiando una orden judicial que le prohibía acercarse a la escuela Wilson's Hospital en el condado de Westmeath. El profesor fue arrestado el pasado lunes por la policía irlandesa al rehusarse a cumplir la orden que le exigía mantenerse alejado de la institución educativa.
Burke fue despedido de su puesto en la escuela tras negarse a reconocer la nueva identidad de género de un estudiante trans, lo que llevó a su suspensión en agosto de 2022 tras un enfrentamiento público con el entonces director del centro. Pese a su suspensión, Burke continuó presentándose en la escuela, resultando en una orden judicial que le prohibía el acceso.
La primera encarcelación de Burke ocurrió en septiembre de 2022 por desacato al tribunal, tras violar la orden judicial. Durante este periodo, permaneció en prisión por tres meses. En septiembre de 2023, fue nuevamente encarcelado después de seguir apareciendo en la escuela. El tribunal le ofreció la opción de ser liberado si prometía cumplir con la orden de mantenerse alejado, pero Burke rechazó esta condición. En total, ha pasado más de 400 días en prisión debido a sus constantes infracciones judiciales.

Durante su última comparecencia ante el tribunal, Burke argumentó que se le estaban violando sus derechos religiosos, señalando que su creencia en los géneros masculino y femenino estaba siendo menospreciada. Esta afirmación ha provocado un amplio debate en Irlanda, dividiendo opiniones entre aquellos que defienden la libertad religiosa y quienes consideran su comportamiento inaceptable y perjudicial.
En junio de este año, un juez advirtió a Burke que la orden judicial continuaba vigente luego de que fuera liberado. Sin embargo, el 22 de agosto, al inicio del nuevo año escolar, Burke regresó a la escuela, lo que desencadenó la acción judicial que llevó a su tercer encarcelamiento.
El caso de Enoch Burke ha suscitado un debate polarizador en Irlanda, con voces que sostienen que se vulnera su libertad religiosa, mientras que otras argumentan la necesidad de acatar la ley y respetar las decisiones judiciales.
La situación revela tensiones subyacentes acerca de los derechos individuales y las directrices institucionales, avivando una discusión que trasciende el caso particular de Burke y aborda cuestiones más amplias sobre derechos y responsabilidades en un contexto educativo. El caso de Enoch Burke ha sido tema de considerable interés público y mediático en Irlanda, no solo por su resistencia a la orden judicial, sino también por el debate entorno a los derechos religiosos y la identidad de género en las escuelas.