Las tensiones en el conflicto entre Rusia y Ucrania han escalado considerablemente tras el reciente despliegue de tropas norcoreanas en suelo ruso. Se estima que 10,000 soldados de Corea del Norte serán enviados para apoyar a las fuerzas rusas en el conflicto, y actualmente 8,000 de ellos ya han llegado a la región de Kursk, a unos 50 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Este movimiento ha sido recibido con serias advertencias por parte de las autoridades estadounidenses. Tanto el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, como el enviado de EE.UU. ante la ONU, Robert Wood, han instado a Corea del Norte a retirar sus tropas inmediatamente. Las declaraciones de Wood son particularmente contundentes: "Seguramente regresarán en bolsas". Austin, por su parte, enfatizó que las tropas norcoreanas se convertirán en “objetivos militares legítimos” si participan en el conflicto y agregó que hay una "alta probabilidad" de que Moscú continúe con el despliegue de fuerzas norcoreanas a pesar de las advertencias.

El posible intercambio de tecnología militar entre Corea del Norte y Rusia es otro motivo de preocupación internacional. Expertos temen que esta colaboración pueda incluir tecnología avanzada como armas nucleares tácticas y misiles balísticos intercontinentales. Esta posibilidad se ve reforzada por las recientes pruebas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) realizadas por Corea del Norte, donde un misil alcanzó una altitud máxima de más de 7,000 km y voló durante una hora y 26 minutos, estableciendo un récord.
La comunidad internacional ha expresado su alarma ante estas maniobras. Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, no ha confirmado ni negado la presencia de soldados norcoreanos en la región. El enviado de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, calificó las afirmaciones sobre el despliegue como “mentiras descaradas”.
En el ámbito diplomático, la ministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, sostuvieron una reunión en Moscú, mientras que el principal diplomático de China, Wang Yi, discutió la crisis de Ucrania con un alto funcionario ruso en Beijing. Estas reuniones reflejan la creciente cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia, elevando las preocupaciones sobre una escalada adicional en la región.