Israel, en respuesta a los recientes ataques de Irán, lanzó misiles en un ataque de represalia contra objetivos iraníes a primera hora del viernes, hora local, según informó un alto funcionario estadounidense a ABC News. Este ataque sigue a un incidente previo en el que Irán envió una andanada de más de 300 drones y misiles no tripulados hacia objetivos en todo Israel. La gran mayoría de estos fueron interceptados por las defensas israelíes y sus aliados, incluido Estados Unidos.
El conflicto reciente se inscribe en una serie de hostilidades que comenzaron hace más de seis meses, cuando Hamas llevó a cabo una invasión a territorio israelí el 7 de octubre. Este evento desencadenó una serie de bombardeos intensivos por parte de Israel hacia la Franja de Gaza, en un intento por debilitar las capacidades militares de Hamas y sus aliados, incluyendo a Irán, quien es visto como un soporte clave para el grupo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, junto con el gabinete de guerra del país, ha mantenido varias reuniones desde los ataques iniciales de Irán. Según informes, estos encuentros han incluido discusiones sobre cómo responder a las agresiones, resultando en al menos dos ataques planeados que posteriormente fueron abortados. Estas decisiones reflejan la complejidad de la situación y las consideraciones estratégicas que Israel debe manejar en este tenso contexto regional.
A medida que el conflicto se prolonga, la comunidad internacional ha observado con creciente preocupación, haciendo llamados a la moderación y al cese de hostilidades. Sin embargo, los recientes ataques entre Israel e Irán destacan la volatilidad de la situación y el riesgo de una escalada mayor que podría tener graves consecuencias para la estabilidad regional y global.