Un estudio reciente realizado en 2024 propone que el consumo regular de Ecklonia cava, un alga marina utilizada comúnmente en la gastronomía asiática, podría ayudar a prevenir o ralentizar la enfermedad de Parkinson. La investigación ha despertado gran interés debido a los beneficios potenciales que este alimento podría ofrecer a los millones de personas afectadas por esta condición neurodegenerativa en todo el mundo.
El estudio, llevado a cabo en modelos animales, utilizó ratones a los que se les indujo la enfermedad de Parkinson mediante el pesticida rotenona. Este químico fue seleccionado ya que destruye las neuronas productoras de dopamina, emulando así los síntomas del Parkinson en humanos, entre ellos movimientos lentos y problemas gastrointestinales.

Los ratones que fueron alimentados con antioxidantes derivados de Ecklonia cava mostraron una notable protección en sus neuronas dopaminérgicas y presentaron menos síntomas de Parkinson comparados con los ratones que siguieron una dieta regular. Se observó que los antioxidantes del alga lograron reducir la producción de radicales libres inducidos por la rotenona en células cultivadas, evitando así la muerte celular.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta el movimiento, causando temblores, rigidez, y dificultades motoras. Esta enfermedad no es fatal por sí misma, pero puede llevar a complicaciones graves que pueden resultar letales. Actualmente, se estima que millones de personas en todo el mundo padecen esta condición, y no existe una cura definitiva.

Varias investigaciones han vinculado previamente el consumo de antioxidantes con la prevención del Parkinson. Por ejemplo, compuestos como el resveratrol, presente en uvas rojas, bayas y cacahuetes, han mostrado ser efectivos en la protección de neuronas en modelos de ratón. Otros antioxidantes como el ácido elágico y el ácido alfa-lipoico también han demostrado beneficios en la mejora de la coordinación neuromuscular y la memoria en animales.
A pesar de los prometedores resultados obtenidos en modelos animales, los investigadores subrayan que estos hallazgos no siempre se traducen de manera directa a los humanos debido a diferencias biológicas. Por esta razón, señalan la necesidad de llevar a cabo ensayos clínicos a gran escala para confirmar la efectividad de Ecklonia cava en la prevención o tratamiento del Parkinson en humanos.

Sin embargo, dado que Ecklonia cava ya está disponible en el mercado como suplemento alimenticio, su consumo regular bajo supervisión médica podría ser una opción segura y potencialmente beneficiosa. La Ecklonia cava no solo se utiliza en la cocina asiática, sino que también se ha empleado tradicionalmente en la medicina oriental debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Este estudio ha abierto nuevas vías para el desarrollo de tratamientos y métodos de prevención contra la enfermedad de Parkinson. No obstante, se hace hincapié en la necesidad de profundizar en la investigación para confirmar estos hallazgos en humanos.
El estudio refleja una perspectiva optimista, pero cautelosa, sobre el uso de Ecklonia cava como una herramienta adicional en la lucha contra el Parkinson, y subraya la importancia de realizar investigaciones adicionales para validar estos resultados y garantizar su seguridad y eficacia en seres humanos.