Un estudio reciente ha revelado que hasta un 20% de los medicamentos en África podrían ser subestándar o falsificados. Esta investigación, llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Bahir Dar en Etiopía, analizó 27 estudios y un total de 7,508 muestras de medicamentos, de las cuales 1,639 no pasaron al menos una prueba de calidad, clasificándose como subestándar o falsificadas.
La investigación arroja luz sobre una crisis de salud que podría estar causando hasta 500,000 muertes anuales en la región de África subsahariana, como sugieren las estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Los medicamentos subestándar, aunque autorizados, no cumplen con los estándares de calidad, mientras que los falsificados representan engañosamente su identidad, composición o fuente.
Particularmente, los antibióticos y los productos antimaláricos son los más comúnmente falsificados, lo cual puede traducirse en tratamientos ineficaces y el desarrollo de cepas resistentes. Malawi ha sido identificado como el país con la mayor proporción de estos medicamentos inseguros.
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Claudia Martínez, representante de la Access to Medicine Foundation, destacó que la complejidad y fragmentación de las cadenas de suministro farmacéuticas en países de ingresos bajos y medios son factores que agravan esta problemática. La dependencia de un número limitado de proveedores y los retos en la adquisición y control de calidad de los productos son elementos críticos que contribuyen a la prevalencia de estos medicamentos.
Un estudio previo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que uno de cada diez productos médicos en países en desarrollo es subestándar o falsificado, con un 42% de los casos reportados provenientes de África.
El modelador matemático Sean Cavany, del Centro de Medicina Tropical y Salud Global de la Universidad de Oxford, advirtió sobre la posibilidad de sesgos en los estudios, sugiriendo que los resultados podrían no reflejar la situación en su totalidad. No obstante, Martínez hizo un llamado urgente a gobiernos, autoridades nacionales y empresas farmacéuticas para tomar acciones inmediatas a fin de fortalecer las cadenas de suministro y mejorar la vigilancia de calidad.
La OMS también ha destacado la importancia de incrementar la conciencia pública sobre los riesgos y el impacto potencial de los medicamentos falsificados y subestándar, proponiendo una colaboración más estrecha entre las partes involucradas para mitigar esta crisis de salud pública. El alarmante hecho de que cerca del 42% de los medicamentos subestándar y falsificados a nivel mundial se encuentran en África subraya la necesidad de un sistema más robusto de vigilancia sanitaria en la región.