Un estudio, publicado en la revista científica Molecular Psychiatry, ha encontrado una conexión entre el uso de cannabis y los cambios en el epigenoma humano. Fue liderado por la epidemióloga Lifang Hou de la Universidad Northwestern y se basó en el análisis de datos de más de 1,000 adultos recopilados a lo largo de 20 años. La epigenética es el estudio de los cambios en la función de los genes que son hereditarias y que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN. El término epi significa por encima.
La investigación forma parte del estudio Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA). En el año 15 (Y15) del estudio, 1,023 adultos fueron evaluados, mientras que en el año 20 (Y20) se analizaron 883 participantes. Las muestras de sangre para el análisis de metilación del ADN se recogieron en ambos puntos temporales, permitiendo a los investigadores observar las modificaciones epigenéticas asociadas con el consumo de cannabis.
Según los resultados, se hallaron 22 marcadores de metilación del ADN relacionados con el uso reciente de cannabis y 31 con el uso acumulativo en Y15. En Y20, fueron 132 los marcadores asociados con el uso reciente y 16 con el uso acumulativo. Un marcador específico, cg05575921, mostró una asociación constante tanto con el consumo de tabaco como de cannabis, lo que sugiere una regulación epigenética compartida.
Estos cambios en la metilación del ADN están vinculados con importantes procesos biológicos y posibles efectos en la salud, tales como la proliferación celular y la señalización hormonal. Además, podrían estar relacionados con desórdenes neurológicos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
Es crucial subrayar que este estudio no prueba la causalidad directa entre el uso de cannabis y los cambios epigenéticos o problemas de salud, sino que evidencia asociaciones que necesitan ser investigadas en mayor profundidad. Lifang Hou y su equipo inciden en la importancia de realizar estudios adicionales en diversas poblaciones para confirmar estos hallazgos y explorar sus implicaciones en la salud a largo plazo.
El uso de cannabis en Estados Unidos ha incrementado considerablemente debido a su legalización en varios estados, lo que sugiere que su consumo podría seguir en ascenso. Actualmente, se estima que el 49% de los adultos en EE. UU. han probado cannabis al menos una vez, con un 19% reportando uso en el último año y un 12% en el último mes.
A pesar de los potenciales beneficios terapéuticos del cannabis, su uso también se ha relacionado con efectos adversos en la salud, entre los que destacan problemas de memoria a corto plazo, alteraciones en el desarrollo cerebral y un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos.
Este estudio proporciona una base valiosa para futuras investigaciones sobre cómo el consumo de cannabis puede afectar la biología humana mediante cambios epigenéticos, y destaca la necesidad de enfoques rigurosos para comprender mejor sus implicaciones para la salud pública y la medicina.