Salud

Estudios indican que las amígdalas pueden regenerarse incluso después de su extracción

La regeneración de las amígdalas tras una tonsilectomía es un fenómeno raro pero documentado, especialmente después de procedimientos parciales. Diversos estudios sugieren que técnicas quirúrgicas más modernas pueden influir en la probabilidad de que esto ocurra.

Salud

Estudios indican que las amígdalas pueden regenerarse incluso después de su extracción

La regeneración de las amígdalas tras una tonsilectomía es un fenómeno raro pero documentado, especialmente después de procedimientos parciales. Diversos estudios sugieren que técnicas quirúrgicas más modernas pueden influir en la probabilidad de que esto ocurra.

“El riesgo de regeneración amigdalar es bajo, pero varía según el tipo de cirugía realizada”

– Indican los expertos en otorrinolaringología.

3/2/2025

La regeneración de las amígdalas después de una extracción quirúrgica es un fenómeno inusual pero existente que ha sido documentado en múltiples casos. Este crecimiento suele ocurrir particularmente en casos donde se realiza una tonsilectomía parcial, en la cual solo se elimina parte del tejido amigdalar. Estudios han estimado que alrededor del 6% de los niños que se someten a este procedimiento pueden experimentar un nuevo crecimiento de las amígdalas, lo que puede llevar a la necesidad de una intervención quirúrgica adicional en el futuro.

Un caso ilustrativo es el de Katy Golden, quien se sometió a una tonsilectomía a los 5 años. Cuarenta años después, se encontró en la necesidad de una segunda cirugía debido a que sus amígdalas habían crecido nuevamente, alcanzando casi su tamaño original. Este fenómeno es considerado raro. Según investigaciones, el riesgo de regeneración amigdalar puede estar entre el 1% y el 6% en aquellos que han tenido una tonsilectomía intracapsular, un procedimiento que elimina la mayor parte del tejido de las amígdalas.

Las técnicas quirúrgicas empleadas durante la primera cirugía pueden afectar la probabilidad de regeneración. Métodos más antiguos, como la "técnica fría" que emplea un bisturí, pueden dejar más tejido residual en comparación con las técnicas más modernas, como la coblación, que ofrecen mayor precisión en la eliminación del tejido amigdalar.

Este fenómeno de regeneración no es exclusivo de las amígdalas. Otros órganos del cuerpo también tienen capacidades regenerativas notables. El hígado, por ejemplo, puede regenerarse a partir de tan solo el 10% de su masa total. Además, se ha documentado que hasta el 66% de los pacientes pueden experimentar regeneración del bazo tras una lesión. Los pulmones también exhiben capacidad regenerativa, destacando la formación de nuevas células sanas en las vías respiratorias tras cesar el hábito de fumar.

La piel es otro órgano con una notable capacidad de regeneración, perdiendo aproximadamente 500 millones de células diariamente para ser reemplazadas. El útero también muestra regeneración, con el tejido endometrial renovándose cada 28 días. En el caso de los hombres, los conductos deferentes pueden regenerarse después de una vasectomía, con casos donde hasta 5 cm de tejido se han reconectado. Algunos mamíferos, como los ciervos, pueden regenerar partes complejas de su cuerpo, incluyendo astas completas, cada año, demostrando capacidades regenerativas aún más impresionantes que las de los humanos.

En síntesis, aunque la regeneración de las amígdalas después de una tonsilectomía es un fenómeno raro, sí puede ocurrir en un pequeño porcentaje de pacientes. Las técnicas quirúrgicas empleadas en la extracción inicial juegan un papel significativo en la probabilidad de este crecimiento. De manera más amplia, la capacidad regenerativa del cuerpo humano se extiende a diversos órganos, reflejando la sorprendente adaptabilidad y complejidad del sistema biológico humano.

Algo Curioso

“El riesgo de regeneración amigdalar es bajo, pero varía según el tipo de cirugía realizada”

– Indican los expertos en otorrinolaringología.

Feb 3, 2025
Colglobal News

La regeneración de las amígdalas después de una extracción quirúrgica es un fenómeno inusual pero existente que ha sido documentado en múltiples casos. Este crecimiento suele ocurrir particularmente en casos donde se realiza una tonsilectomía parcial, en la cual solo se elimina parte del tejido amigdalar. Estudios han estimado que alrededor del 6% de los niños que se someten a este procedimiento pueden experimentar un nuevo crecimiento de las amígdalas, lo que puede llevar a la necesidad de una intervención quirúrgica adicional en el futuro.

Un caso ilustrativo es el de Katy Golden, quien se sometió a una tonsilectomía a los 5 años. Cuarenta años después, se encontró en la necesidad de una segunda cirugía debido a que sus amígdalas habían crecido nuevamente, alcanzando casi su tamaño original. Este fenómeno es considerado raro. Según investigaciones, el riesgo de regeneración amigdalar puede estar entre el 1% y el 6% en aquellos que han tenido una tonsilectomía intracapsular, un procedimiento que elimina la mayor parte del tejido de las amígdalas.

Las técnicas quirúrgicas empleadas durante la primera cirugía pueden afectar la probabilidad de regeneración. Métodos más antiguos, como la "técnica fría" que emplea un bisturí, pueden dejar más tejido residual en comparación con las técnicas más modernas, como la coblación, que ofrecen mayor precisión en la eliminación del tejido amigdalar.

Este fenómeno de regeneración no es exclusivo de las amígdalas. Otros órganos del cuerpo también tienen capacidades regenerativas notables. El hígado, por ejemplo, puede regenerarse a partir de tan solo el 10% de su masa total. Además, se ha documentado que hasta el 66% de los pacientes pueden experimentar regeneración del bazo tras una lesión. Los pulmones también exhiben capacidad regenerativa, destacando la formación de nuevas células sanas en las vías respiratorias tras cesar el hábito de fumar.

La piel es otro órgano con una notable capacidad de regeneración, perdiendo aproximadamente 500 millones de células diariamente para ser reemplazadas. El útero también muestra regeneración, con el tejido endometrial renovándose cada 28 días. En el caso de los hombres, los conductos deferentes pueden regenerarse después de una vasectomía, con casos donde hasta 5 cm de tejido se han reconectado. Algunos mamíferos, como los ciervos, pueden regenerar partes complejas de su cuerpo, incluyendo astas completas, cada año, demostrando capacidades regenerativas aún más impresionantes que las de los humanos.

En síntesis, aunque la regeneración de las amígdalas después de una tonsilectomía es un fenómeno raro, sí puede ocurrir en un pequeño porcentaje de pacientes. Las técnicas quirúrgicas empleadas en la extracción inicial juegan un papel significativo en la probabilidad de este crecimiento. De manera más amplia, la capacidad regenerativa del cuerpo humano se extiende a diversos órganos, reflejando la sorprendente adaptabilidad y complejidad del sistema biológico humano.

La regeneración de las amígdalas después de una extracción quirúrgica es un fenómeno inusual pero existente que ha sido documentado en múltiples casos. Este crecimiento suele ocurrir particularmente en casos donde se realiza una tonsilectomía parcial, en la cual solo se elimina parte del tejido amigdalar. Estudios han estimado que alrededor del 6% de los niños que se someten a este procedimiento pueden experimentar un nuevo crecimiento de las amígdalas, lo que puede llevar a la necesidad de una intervención quirúrgica adicional en el futuro.

Un caso ilustrativo es el de Katy Golden, quien se sometió a una tonsilectomía a los 5 años. Cuarenta años después, se encontró en la necesidad de una segunda cirugía debido a que sus amígdalas habían crecido nuevamente, alcanzando casi su tamaño original. Este fenómeno es considerado raro. Según investigaciones, el riesgo de regeneración amigdalar puede estar entre el 1% y el 6% en aquellos que han tenido una tonsilectomía intracapsular, un procedimiento que elimina la mayor parte del tejido de las amígdalas.

Las técnicas quirúrgicas empleadas durante la primera cirugía pueden afectar la probabilidad de regeneración. Métodos más antiguos, como la "técnica fría" que emplea un bisturí, pueden dejar más tejido residual en comparación con las técnicas más modernas, como la coblación, que ofrecen mayor precisión en la eliminación del tejido amigdalar.

Este fenómeno de regeneración no es exclusivo de las amígdalas. Otros órganos del cuerpo también tienen capacidades regenerativas notables. El hígado, por ejemplo, puede regenerarse a partir de tan solo el 10% de su masa total. Además, se ha documentado que hasta el 66% de los pacientes pueden experimentar regeneración del bazo tras una lesión. Los pulmones también exhiben capacidad regenerativa, destacando la formación de nuevas células sanas en las vías respiratorias tras cesar el hábito de fumar.

La piel es otro órgano con una notable capacidad de regeneración, perdiendo aproximadamente 500 millones de células diariamente para ser reemplazadas. El útero también muestra regeneración, con el tejido endometrial renovándose cada 28 días. En el caso de los hombres, los conductos deferentes pueden regenerarse después de una vasectomía, con casos donde hasta 5 cm de tejido se han reconectado. Algunos mamíferos, como los ciervos, pueden regenerar partes complejas de su cuerpo, incluyendo astas completas, cada año, demostrando capacidades regenerativas aún más impresionantes que las de los humanos.

En síntesis, aunque la regeneración de las amígdalas después de una tonsilectomía es un fenómeno raro, sí puede ocurrir en un pequeño porcentaje de pacientes. Las técnicas quirúrgicas empleadas en la extracción inicial juegan un papel significativo en la probabilidad de este crecimiento. De manera más amplia, la capacidad regenerativa del cuerpo humano se extiende a diversos órganos, reflejando la sorprendente adaptabilidad y complejidad del sistema biológico humano.

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