La situación en Gaza se torna cada vez más crítica. El 20 de noviembre, 28 bebés prematuros fueron evacuados urgentemente del hospital Al Shifa en Gaza, el más grande de la región, hacia Egipto para recibir tratamiento médico vital. Esta evacuación se da en medio de una aguda crisis humanitaria exacerbada por el asedio militar israelí. Los recién nacidos, que se encontraban luchando contra infecciones graves, se vieron en peligro debido a la interrupción de los servicios médicos y la falta de condiciones sanitarias adecuadas en el hospital, especialmente en la unidad neonatal.
El hospital Al Shifa no solo enfrentó la escasez de suministros médicos esenciales como medicinas y agua limpia, sino que también sufrió daños directos debido al asedio israelí. Fuerzas israelíes habían ocupado el hospital la semana anterior, buscando lo que describieron como una red de túneles perteneciente a los islamistas de Hamas. La ocupación y los combates resultantes llevaron a cientos de pacientes, personal médico y personas desplazadas a abandonar el hospital. La situación se agravó cuando los incubadores se vieron afectados, poniendo en riesgo la vida de los bebés prematuros.
Por otro lado, el Hospital Indonesio, financiado por Yakarta y ubicado en Beit Lahia, al noreste de Gaza, también fue escenario de violentos enfrentamientos. Al menos 12 palestinos murieron y varios resultaron heridos debido a disparos en el complejo hospitalario, que estaba rodeado por tanques israelíes. Los funcionarios de salud informaron que alrededor de 700 pacientes y personal médico estaban bajo fuego israelí en ese momento. La agencia de noticias palestina WAFA reportó que el hospital fue impactado por rondas de artillería, aunque el personal del hospital negó la presencia de militantes armados en sus instalaciones.