El informe "Un perfil de las personas mayores en España (2023): indicadores estadísticos básicos", elaborado por el demógrafo Julio Pérez Díaz, ha arrojado luz sobre la evolución demográfica en España, destacando un aumento significativo en la expectativa de vida. Según el estudio, más de la mitad de los individuos nacidos en la década de los sesenta podrían llegar a cumplir los 90 años, un hito que refleja el "mayor logro de la humanidad" en términos de longevidad y calidad de vida. Este fenómeno, conocido como "sobreenvejecimiento", se evidencia en el creciente porcentaje de la población que supera los 80 años, actualmente en torno al 6%.
El aumento en la esperanza de vida no solo es un reflejo de las mejoras en las condiciones de vida desde mediados del siglo XX, sino que también indica un cambio profundo en la estructura social de España y, por extensión, del mundo. La investigación destaca que, a partir de 2030, se espera un incremento "explosivo" en la proporción de personas mayores de 65 años, debido a que los niños del baby boom alcanzarán esa edad. Para 2040, se proyecta que los mayores de 65 años constituirán el 30% de la población española.
A pesar de estos datos, España no lidera el ranking de países con mayor porcentaje de población envejecida dentro de la Unión Europea. Países como Italia, Portugal, Finlandia, Grecia, Croacia y Alemania presentan porcentajes más altos. La media europea es del 21,1%, mientras que España se sitúa ligeramente por debajo, con un 20%. Este dato desmiente la creencia popular de que España es el país con la población más envejecida de la Unión Europea.
La calidad de vida de las personas mayores también ha sido objeto de estudio. Se estima que, tras alcanzar los 65 años, los individuos pueden esperar disfrutar de aproximadamente 20 años adicionales de vida, de los cuales la mitad se caracterizarían por una buena calidad de vida. Sin embargo, el estudio señala que la calidad de vida podría disminuir en la siguiente década, especialmente entre las mujeres.