La comunidad de salud pública de Estados Unidos ha manifestado su preocupación por la gestión actual del brote de gripe aviar H5N1, señalando que existen similitudes alarmantes con los errores cometidos durante la pandemia de COVID-19. Expertos como Gregg Gonsalves de la Universidad de Yale han explicado que problemas relacionados con la falta de pruebas, la opacidad de los datos y las divisiones políticas están dificultando una respuesta efectiva.
Actualmente, aunque el riesgo de transmisión humana del H5N1 se considera bajo, el virus ha estado presente en el ganado, y se han reportado infecciones no registradas en trabajadores agrícolas. La vigilancia del virus ha sido deficiente, situación que recuerda los inicios de la pandemia de COVID-19.
En 2019, EE.UU. fue reconocido como el país mejor preparado para enfrentar pandemias, pero la llegada del SARS-CoV-2 expuso serias deficiencias en la estructura de respuesta, resultado en al menos 1.2 millones de muertes. Desde entonces, no se han implementado cambios significativos en esta estructura para mejorar la preparación para futuras pandemias.
La situación se ve agraviada por las restricciones legislativas implementadas en al menos 26 estados, limitando las autoridades de salud pública. Por ejemplo, Iowa y Tennessee han prohibido los requerimientos de uso de mascarillas en escuelas, reduciendo la capacidad de respuesta ante brotes.
Además, las desigualdades en el acceso a la salud continúan siendo un problema crítico. La distribución de vacunas y tratamientos se ve entorpecida por un sistema de salud fragmentado, dejando a las personas sin seguro en una situación particularmente vulnerable. Gonsalves destacó que esta disparidad representa una barrera importante para una respuesta equitativa y efectiva.
A diferencia de otros países, EE.UU. no ha establecido una comisión para revisar y analizar los errores cometidos durante la gestión de la pandemia de COVID-19. Este análisis podría ser fundamental para evitar desastres similares en el futuro.
Los riesgos futuros continúan siendo una preocupación relevante para los expertos. El próximo virus pandémico podría ser más contagioso y letal, y la actual desconfianza y falta de financiamiento en salud pública podrían agravar significativamente las circunstancias.
Aunque la situación puede parecer desalentadora, los expertos sugieren que aún hay tiempo para realizar los ajustes necesarios y mejorar la preparación para pandemias futuras. La importancia de aprender de los errores pasados es crucial para fortalecer la respuesta a nuevas amenazas de salud pública.
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