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Extrema Derecha Avanza en Elecciones Europeas 2024, pero el Centro Mantiene la Mayoría

En las elecciones europeas de 2024, los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas han registrado importantes avances en Francia, Alemania y Austria. Sin embargo, las fuerzas proeuropeas de centro lograron retener la mayoría en el Parlamento Europeo.

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Extrema Derecha Avanza en Elecciones Europeas 2024, pero el Centro Mantiene la Mayoría

En las elecciones europeas de 2024, los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas han registrado importantes avances en Francia, Alemania y Austria. Sin embargo, las fuerzas proeuropeas de centro lograron retener la mayoría en el Parlamento Europeo.

"El centro resiste"

- Declaró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

9/6/2024

En las elecciones europeas de 2024, celebradas recientemente, los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas han logrado avances significativos en varios países del continente. En Francia, Marine Le Pen y su partido Reagrupamiento Nacional consiguieron una victoria decisiva, superando a los aliados del actual presidente Emmanuel Macron. Este éxito se replicó en Alemania con el partido Alternativa para Alemania (AfD), que vio un incremento notable en su representación. En Austria, el Partido de la Libertad también obtuvo resultados destacados, subrayando la tendencia de crecimiento de estas fuerzas políticas en Europa.

A pesar del avance de la extrema derecha, los partidos proeuropeos de centro lograron mantener la mayoría en el Parlamento Europeo. El Partido Popular Europeo (PPE) emergió como el vencedor de los comicios, obteniendo 184 escaños. Los Socialistas y Demócratas (S&D) aseguraron 139 escaños, lo que sumado a los resultados de otros partidos proeuropeos como los liberales, permitió a las fuerzas de centro obtener un 63% del total de votos según los resultados provisionales. Este equilibrio de poder mantiene al bloque proeuropeo como la fuerza dominante en el Parlamento.



La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la importancia de la resistencia del centro político en estas elecciones. "El centro resiste", afirmó, comprometiéndose a construir un "bastión" contra los extremos de izquierda y derecha. Von der Leyen enfatizó la necesidad de mantener la estabilidad y la unidad en la Unión Europea, especialmente frente a los desafíos que plantean el cambio climático y otras cuestiones críticas para el futuro del continente.

El ascenso de los partidos de extrema derecha, sin embargo, representa un desafío significativo para la estabilidad y la toma de decisiones dentro de la Unión Europea. Estos partidos han ganado tracción con agendas que frecuentemente se oponen a la integración europea y a políticas climáticas ambiciosas. Esto puede complicar la capacidad del Parlamento Europeo de aprobar legislaciones críticas en estas áreas. Las tensiones políticas derivadas de estos resultados podrían tener impactos duraderos en la gobernanza de la Unión.

Las elecciones de 2024 reflejan además un panorama político en transformación dentro de Europa, donde las fuerzas proeuropeas deben enfrentar la creciente influencia de los movimientos de extrema derecha. Este contexto implica un equilibrio delicado que los líderes europeos deberán manejar con cautela para asegurar la cohesión y el progreso en los objetivos compartidos por los Estados miembros de la UE.

Algo Curioso

"El centro resiste"

- Declaró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Jun 9, 2024
Colglobal News

En las elecciones europeas de 2024, celebradas recientemente, los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas han logrado avances significativos en varios países del continente. En Francia, Marine Le Pen y su partido Reagrupamiento Nacional consiguieron una victoria decisiva, superando a los aliados del actual presidente Emmanuel Macron. Este éxito se replicó en Alemania con el partido Alternativa para Alemania (AfD), que vio un incremento notable en su representación. En Austria, el Partido de la Libertad también obtuvo resultados destacados, subrayando la tendencia de crecimiento de estas fuerzas políticas en Europa.

A pesar del avance de la extrema derecha, los partidos proeuropeos de centro lograron mantener la mayoría en el Parlamento Europeo. El Partido Popular Europeo (PPE) emergió como el vencedor de los comicios, obteniendo 184 escaños. Los Socialistas y Demócratas (S&D) aseguraron 139 escaños, lo que sumado a los resultados de otros partidos proeuropeos como los liberales, permitió a las fuerzas de centro obtener un 63% del total de votos según los resultados provisionales. Este equilibrio de poder mantiene al bloque proeuropeo como la fuerza dominante en el Parlamento.



La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la importancia de la resistencia del centro político en estas elecciones. "El centro resiste", afirmó, comprometiéndose a construir un "bastión" contra los extremos de izquierda y derecha. Von der Leyen enfatizó la necesidad de mantener la estabilidad y la unidad en la Unión Europea, especialmente frente a los desafíos que plantean el cambio climático y otras cuestiones críticas para el futuro del continente.

El ascenso de los partidos de extrema derecha, sin embargo, representa un desafío significativo para la estabilidad y la toma de decisiones dentro de la Unión Europea. Estos partidos han ganado tracción con agendas que frecuentemente se oponen a la integración europea y a políticas climáticas ambiciosas. Esto puede complicar la capacidad del Parlamento Europeo de aprobar legislaciones críticas en estas áreas. Las tensiones políticas derivadas de estos resultados podrían tener impactos duraderos en la gobernanza de la Unión.

Las elecciones de 2024 reflejan además un panorama político en transformación dentro de Europa, donde las fuerzas proeuropeas deben enfrentar la creciente influencia de los movimientos de extrema derecha. Este contexto implica un equilibrio delicado que los líderes europeos deberán manejar con cautela para asegurar la cohesión y el progreso en los objetivos compartidos por los Estados miembros de la UE.

En las elecciones europeas de 2024, celebradas recientemente, los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas han logrado avances significativos en varios países del continente. En Francia, Marine Le Pen y su partido Reagrupamiento Nacional consiguieron una victoria decisiva, superando a los aliados del actual presidente Emmanuel Macron. Este éxito se replicó en Alemania con el partido Alternativa para Alemania (AfD), que vio un incremento notable en su representación. En Austria, el Partido de la Libertad también obtuvo resultados destacados, subrayando la tendencia de crecimiento de estas fuerzas políticas en Europa.

A pesar del avance de la extrema derecha, los partidos proeuropeos de centro lograron mantener la mayoría en el Parlamento Europeo. El Partido Popular Europeo (PPE) emergió como el vencedor de los comicios, obteniendo 184 escaños. Los Socialistas y Demócratas (S&D) aseguraron 139 escaños, lo que sumado a los resultados de otros partidos proeuropeos como los liberales, permitió a las fuerzas de centro obtener un 63% del total de votos según los resultados provisionales. Este equilibrio de poder mantiene al bloque proeuropeo como la fuerza dominante en el Parlamento.



La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la importancia de la resistencia del centro político en estas elecciones. "El centro resiste", afirmó, comprometiéndose a construir un "bastión" contra los extremos de izquierda y derecha. Von der Leyen enfatizó la necesidad de mantener la estabilidad y la unidad en la Unión Europea, especialmente frente a los desafíos que plantean el cambio climático y otras cuestiones críticas para el futuro del continente.

El ascenso de los partidos de extrema derecha, sin embargo, representa un desafío significativo para la estabilidad y la toma de decisiones dentro de la Unión Europea. Estos partidos han ganado tracción con agendas que frecuentemente se oponen a la integración europea y a políticas climáticas ambiciosas. Esto puede complicar la capacidad del Parlamento Europeo de aprobar legislaciones críticas en estas áreas. Las tensiones políticas derivadas de estos resultados podrían tener impactos duraderos en la gobernanza de la Unión.

Las elecciones de 2024 reflejan además un panorama político en transformación dentro de Europa, donde las fuerzas proeuropeas deben enfrentar la creciente influencia de los movimientos de extrema derecha. Este contexto implica un equilibrio delicado que los líderes europeos deberán manejar con cautela para asegurar la cohesión y el progreso en los objetivos compartidos por los Estados miembros de la UE.

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