Mundo

Familia de Gaza Cultiva Verduras entre los Escombros en Medio de la Crisis Alimentaria

En el devastado campo de refugiados de Jabaliya, Gaza, Mohammed Qomssan y su familia han transformado escombros en esperanza, cultivando berenjenas, jute, rúcula y pimientos en un jardín improvisado, enfrentando la escasez de alimentos que afecta a toda la región.

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Familia de Gaza Cultiva Verduras entre los Escombros en Medio de la Crisis Alimentaria

En el devastado campo de refugiados de Jabaliya, Gaza, Mohammed Qomssan y su familia han transformado escombros en esperanza, cultivando berenjenas, jute, rúcula y pimientos en un jardín improvisado, enfrentando la escasez de alimentos que afecta a toda la región.

"Hemos decidido quedarnos y mostrar que, a pesar de la destrucción, podemos sobrevivir y cultivar nuestra propia comida"

- Declaró Mohammed Qomssan.

31/8/2024

En el campo de refugiados de Jabaliya, Gaza, una familia ha surgido como símbolo de resistencia en medio de una crisis alimentaria severa. Mohammed Qomssan y su familia se han dedicado a cultivar verduras en un jardín improvisado, utilizando un viejo baño, cubos de plástico y otros recipientes recuperados de los escombros que dejó casi un año de conflicto. Este esfuerzo inició tras su regreso en junio de 2024, después de haber sido desplazados dos veces debido a los ataques, y encontrarse con solo dos habitaciones habitables en su hogar destruido.

El campo de refugiados de Jabaliya, donde reside la familia Qomssan, ha sido uno de los más afectados por el conflicto. Antes de que el conflicto se intensificara, Gaza City tenía una población de aproximadamente 600,000 habitantes. Hoy en día, la situación se ha agravado con una grave malnutrición reportada en la región y un acceso extremadamente limitado a alimentos frescos. Debido a esto, la familia Qomssan se ha visto obligada a depender en gran medida de alimentos enlatados como frijoles, garbanzos y carne enlatada.

Uno de los aspectos más alarmantes de la crisis es la falta de panaderías operativas en Gaza City. De las numerosas panaderías que existían antes del conflicto, solo dos permanecen en funcionamiento, lo que complica aún más el acceso a alimentos básicos. En junio de 2024, un informe de la ONU mencionó una ligera mejora en el acceso a entregas de alimentos en el norte de Gaza, sin embargo, la preocupación por el hambre generalizada persiste.

A pesar de estas adversidades, la familia Qomssan decidió reestablecerse en su hogar en ruinas, mientras muchos de sus vecinos han huido hacia el sur de Gaza. La escasez de alimentos frescos les llevó a buscar semillas en el mercado local. Ahora, en su pequeño espacio disponible, han logrado cultivar berenjenas, jute, rúcula y pimientos, proporcionando a la familia alimentos frescos vitales.

Mohammed Qomssan ha documentado este proceso en las redes sociales, mostrando tanto la devastación como los pequeños triunfos de su jardín improvisado. La familia ha transformado lo que sería un terreno infértil en una fuente de alimentos, demostrando una notable capacidad de adaptación y supervivencia en medio de la crisis. "Hemos decidido quedarnos y mostrar que, a pesar de la destrucción, podemos sobrevivir y cultivar nuestra propia comida", declaró Qomssan.

Este acto de resistencia no solo es un testimonio del espíritu de supervivencia de la familia Qomssan, sino también una llamada de atención sobre la urgente necesidad de asistencia para la población de Gaza, que sufre una crisis alimentaria generalizada. La agricultura local, que ha sido severamente afectada por el conflicto, necesita apoyo para recuperarse y proporcionar alimentos frescos a la población.

Mientras la comunidad internacional trabaja para hallar soluciones a largo plazo, la historia de la familia Qomssan resalta la importancia de la autosuficiencia y la resiliencia en tiempos de crisis. La dedicación y el ingenio demostrados por la familia son un faro de esperanza y un claro ejemplo de cómo las comunidades pueden resistir y adaptarse ante las adversidades más extremas. El jute es una planta que se utiliza tradicionalmente en Gaza no solo como alimento, sino también para hacer cuerda y tejidos, evidenciando la multifuncionalidad y la importancia cultural de los cultivos locales en la economía y la vida diaria de la región.

Algo Curioso

"Hemos decidido quedarnos y mostrar que, a pesar de la destrucción, podemos sobrevivir y cultivar nuestra propia comida"

- Declaró Mohammed Qomssan.

Aug 31, 2024
Colglobal News

En el campo de refugiados de Jabaliya, Gaza, una familia ha surgido como símbolo de resistencia en medio de una crisis alimentaria severa. Mohammed Qomssan y su familia se han dedicado a cultivar verduras en un jardín improvisado, utilizando un viejo baño, cubos de plástico y otros recipientes recuperados de los escombros que dejó casi un año de conflicto. Este esfuerzo inició tras su regreso en junio de 2024, después de haber sido desplazados dos veces debido a los ataques, y encontrarse con solo dos habitaciones habitables en su hogar destruido.

El campo de refugiados de Jabaliya, donde reside la familia Qomssan, ha sido uno de los más afectados por el conflicto. Antes de que el conflicto se intensificara, Gaza City tenía una población de aproximadamente 600,000 habitantes. Hoy en día, la situación se ha agravado con una grave malnutrición reportada en la región y un acceso extremadamente limitado a alimentos frescos. Debido a esto, la familia Qomssan se ha visto obligada a depender en gran medida de alimentos enlatados como frijoles, garbanzos y carne enlatada.

Uno de los aspectos más alarmantes de la crisis es la falta de panaderías operativas en Gaza City. De las numerosas panaderías que existían antes del conflicto, solo dos permanecen en funcionamiento, lo que complica aún más el acceso a alimentos básicos. En junio de 2024, un informe de la ONU mencionó una ligera mejora en el acceso a entregas de alimentos en el norte de Gaza, sin embargo, la preocupación por el hambre generalizada persiste.

A pesar de estas adversidades, la familia Qomssan decidió reestablecerse en su hogar en ruinas, mientras muchos de sus vecinos han huido hacia el sur de Gaza. La escasez de alimentos frescos les llevó a buscar semillas en el mercado local. Ahora, en su pequeño espacio disponible, han logrado cultivar berenjenas, jute, rúcula y pimientos, proporcionando a la familia alimentos frescos vitales.

Mohammed Qomssan ha documentado este proceso en las redes sociales, mostrando tanto la devastación como los pequeños triunfos de su jardín improvisado. La familia ha transformado lo que sería un terreno infértil en una fuente de alimentos, demostrando una notable capacidad de adaptación y supervivencia en medio de la crisis. "Hemos decidido quedarnos y mostrar que, a pesar de la destrucción, podemos sobrevivir y cultivar nuestra propia comida", declaró Qomssan.

Este acto de resistencia no solo es un testimonio del espíritu de supervivencia de la familia Qomssan, sino también una llamada de atención sobre la urgente necesidad de asistencia para la población de Gaza, que sufre una crisis alimentaria generalizada. La agricultura local, que ha sido severamente afectada por el conflicto, necesita apoyo para recuperarse y proporcionar alimentos frescos a la población.

Mientras la comunidad internacional trabaja para hallar soluciones a largo plazo, la historia de la familia Qomssan resalta la importancia de la autosuficiencia y la resiliencia en tiempos de crisis. La dedicación y el ingenio demostrados por la familia son un faro de esperanza y un claro ejemplo de cómo las comunidades pueden resistir y adaptarse ante las adversidades más extremas. El jute es una planta que se utiliza tradicionalmente en Gaza no solo como alimento, sino también para hacer cuerda y tejidos, evidenciando la multifuncionalidad y la importancia cultural de los cultivos locales en la economía y la vida diaria de la región.

En el campo de refugiados de Jabaliya, Gaza, una familia ha surgido como símbolo de resistencia en medio de una crisis alimentaria severa. Mohammed Qomssan y su familia se han dedicado a cultivar verduras en un jardín improvisado, utilizando un viejo baño, cubos de plástico y otros recipientes recuperados de los escombros que dejó casi un año de conflicto. Este esfuerzo inició tras su regreso en junio de 2024, después de haber sido desplazados dos veces debido a los ataques, y encontrarse con solo dos habitaciones habitables en su hogar destruido.

El campo de refugiados de Jabaliya, donde reside la familia Qomssan, ha sido uno de los más afectados por el conflicto. Antes de que el conflicto se intensificara, Gaza City tenía una población de aproximadamente 600,000 habitantes. Hoy en día, la situación se ha agravado con una grave malnutrición reportada en la región y un acceso extremadamente limitado a alimentos frescos. Debido a esto, la familia Qomssan se ha visto obligada a depender en gran medida de alimentos enlatados como frijoles, garbanzos y carne enlatada.

Uno de los aspectos más alarmantes de la crisis es la falta de panaderías operativas en Gaza City. De las numerosas panaderías que existían antes del conflicto, solo dos permanecen en funcionamiento, lo que complica aún más el acceso a alimentos básicos. En junio de 2024, un informe de la ONU mencionó una ligera mejora en el acceso a entregas de alimentos en el norte de Gaza, sin embargo, la preocupación por el hambre generalizada persiste.

A pesar de estas adversidades, la familia Qomssan decidió reestablecerse en su hogar en ruinas, mientras muchos de sus vecinos han huido hacia el sur de Gaza. La escasez de alimentos frescos les llevó a buscar semillas en el mercado local. Ahora, en su pequeño espacio disponible, han logrado cultivar berenjenas, jute, rúcula y pimientos, proporcionando a la familia alimentos frescos vitales.

Mohammed Qomssan ha documentado este proceso en las redes sociales, mostrando tanto la devastación como los pequeños triunfos de su jardín improvisado. La familia ha transformado lo que sería un terreno infértil en una fuente de alimentos, demostrando una notable capacidad de adaptación y supervivencia en medio de la crisis. "Hemos decidido quedarnos y mostrar que, a pesar de la destrucción, podemos sobrevivir y cultivar nuestra propia comida", declaró Qomssan.

Este acto de resistencia no solo es un testimonio del espíritu de supervivencia de la familia Qomssan, sino también una llamada de atención sobre la urgente necesidad de asistencia para la población de Gaza, que sufre una crisis alimentaria generalizada. La agricultura local, que ha sido severamente afectada por el conflicto, necesita apoyo para recuperarse y proporcionar alimentos frescos a la población.

Mientras la comunidad internacional trabaja para hallar soluciones a largo plazo, la historia de la familia Qomssan resalta la importancia de la autosuficiencia y la resiliencia en tiempos de crisis. La dedicación y el ingenio demostrados por la familia son un faro de esperanza y un claro ejemplo de cómo las comunidades pueden resistir y adaptarse ante las adversidades más extremas. El jute es una planta que se utiliza tradicionalmente en Gaza no solo como alimento, sino también para hacer cuerda y tejidos, evidenciando la multifuncionalidad y la importancia cultural de los cultivos locales en la economía y la vida diaria de la región.

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