Un tribunal finlandés sentenció este viernes a Voislav Torden a cadena perpetua por crímenes de guerra perpetrados durante la primera invasión rusa de Ucrania en 2014. Torden, también identificado bajo el nombre de Yan Petrovskiy, lideró una emboscada que resultó en la muerte de 22 soldados ucranianos, dejó heridos a 5 más y llevó a la mutilación de un prisionero de guerra, según consta en el fallo judicial.
Los hechos ocurrieron en el marco del conflicto en la región oriental de Ucrania, donde milicias respaldadas por Rusia, como el grupo neonazi ‘Rusich’ encabezado por Torden, operaron junto al ejército ruso. Durante el ataque, combatientes bajo el mando de Torden mutilaron el cuerpo de un soldado ucraniano, marcándolo con el símbolo de la milicia. Las imágenes fueron difundidas posteriormente en redes sociales, acompañadas de un mensaje del propio Torden en el que afirmaba la ausencia de piedad por parte de su grupo.
El tribunal, compuesto por tres jueces, declaró por unanimidad a Torden culpable de asesinato, mutilación y de distribución de imágenes dañinas en línea, aunque lo absolvió del cargo relacionado con la planificación de la emboscada por falta de pruebas. El proceso marcó un hito en la historia judicial finlandesa, al ser la primera vez que se condena a un ciudadano ruso bajo su jurisdicción por crímenes de guerra internacionales.
El juicio se llevó a cabo en Finlandia tras la negativa del Tribunal Supremo del país a extraditar a Torden a Ucrania, atendiendo preocupaciones sobre la posibilidad de que no recibiera un juicio justo. La fiscalía general ucraniana asistió en el caso proporcionando pruebas que sustentaron la condena. Testigos como un soldado herido identificaron a Torden durante el ataque, destacando tatuajes de antiguos símbolos eslavos y el uso de una ametralladora PKM de fabricación rusa como detalles clave.
En su defensa, Torden afirmó haber estado en la zona junto a un periodista y se declaró inocente de todos los cargos presentados, calificando el caso como un acto motivado políticamente. Su abogado, Heikki Lampela, anunció que planean apelar la decisión, argumentando que no hubo evidencia directa de su participación en los asesinatos ni de la emisión de órdenes contra soldados heridos.
Torden, de 36 años, ocupó un puesto destacado dentro de la milicia Rusich, un grupo militante asociado con Wagner, la empresa militar privada rusa. En 2016, fue expulsado de Noruega por razones de seguridad nacional. En julio de 2023, fue detenido en Helsinki mientras intentaba ingresar al país con documentos de identidad falsificados.
La condena llega en un contexto donde numerosas investigaciones internacionales han documentado atrocidades cometidas por fuerzas rusas en Ucrania desde 2014. Una comisión de investigación de la ONU informó en 2022 sobre las acciones generalizadas de las fuerzas rusas en la región de Donbás y más allá.
Las acciones de Torden y las de su grupo, Rusich, han atraído sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aliados. Combatientes del grupo participaron en conflictos en Donbás en 2015 y reincidieron en la ciudad de Járkov, al noreste de Ucrania, durante 2022.
Esta decisión judicial se enmarca dentro del principio de jurisdicción universal, que permite juzgar crímenes de guerra y violaciones graves de los derechos humanos en tribunales internacionales, independientemente de dónde hayan sido cometidos o por quién. Ucrania celebró el fallo y lo calificó como un ejemplo de justicia internacional efectiva frente a violaciones de derechos humanos cometidas en el conflicto con Rusia.
La milicia Rusich, liderada previamente por Alexey Yurevich Milchakov hasta que resultó herido en 2022, se ha caracterizado por sus vínculos ideológicos neonazis, lo que destaca como un aspecto inusual en un conflicto tradicional entre Estados.