Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, fue sentenciado a 38 años y cuatro meses de prisión por un tribunal federal en Brooklyn, Estados Unidos. La condena, dictada el 16 de octubre de 2024 por el juez federal Brian Cogan, se debe a que García Luna, de 56 años, fue hallado culpable en febrero de 2023 de participar en una empresa criminal de narcotráfico, conspiraciones y hacer declaraciones falsas.
Durante su juicio, el tribunal presentó pruebas contundentes de que García Luna recibió millones de dólares en sobornos del cartel de Sinaloa a cambio de otorgar protección y facilitar el tráfico de drogas. Los fiscales sostuvieron que García Luna proporcionaba información sobre investigaciones en curso, detalles sobre bandas rivales y aseguraba el paso seguro de grandes cargamentos de drogas. Se estima que durante su mandato, más de 1 millón de kilogramos de cocaína fue transportada hacia Estados Unidos mediante diversos medios, incluidos aviones, trenes, camiones y submarinos.
El juez Cogan rechazó los argumentos de la defensa, que solicitaban una sentencia de no más de 20 años, y destacó la gravedad de las acciones de García Luna, señalando que había vivido una "doble vida". Además de la pena de prisión, García Luna deberá pagar una multa de 2 millones de dólares. Entre las evidencias presentadas durante el juicio, se incluyó el testimonio de un exmiembro del cartel que afirmó haber entregado al menos 6 millones de dólares en sobornos a García Luna y la existencia de un acuerdo entre los miembros del cartel para reunir hasta 50 millones de dólares para su protección.
García Luna, quien fue el principal artífice de la estrategia de combate al narcotráfico en México entre 2006 y 2012 bajo la administración del presidente Felipe Calderón, insistió en su inocencia durante la audiencia y afirmó que las acusaciones eran infundadas y basadas en información falsa proporcionada por criminales y el gobierno mexicano. Este caso ha sido utilizado en México como un arma política para criticar la gestión de Calderón y subrayar la corrupción gubernamental.
Felipe Calderón, al reaccionar a la sentencia, expresó que respeta la decisión judicial, aunque nunca tuvo evidencia verificable de los actos ilícitos de García Luna. Por otro lado, la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó la ironía de que alguien previamente elogiado por agencias estadounidenses ahora se encuentre encarcelado por sus vínculos con el narcotráfico.