El gesto de un hombre encarcelado en California ha encendido una chispa de solidaridad y generosidad que trasciende los confines de su celda. Ganando apenas 13 centavos de dólar por hora en su trabajo de limpieza y portería dentro de la prisión, Hamza decidió donar la totalidad de su salario, un cheque de $17.74, a los esfuerzos de ayuda en Gaza. Este acto desinteresado no solo pone de manifiesto la profunda empatía de Hamza hacia aquellos que sufren en el conflicto de Gaza, sino que también destaca las condiciones laborales y de vida de los prisioneros en los Estados Unidos.
El cineasta de Los Ángeles, Justin Mashouf, quien ha mantenido correspondencia con Hamza, de 56 años, reveló esta historia de altruismo en las redes sociales, desencadenando una respuesta abrumadora. La publicación en X de la donación de Hamza recibió más de 24,000 me gusta y fue retuiteada más de 8,200 veces. Además, la organización grassroots Palestinian Youth Movement compartió la historia de Hamza en Instagram, resaltando la solidaridad profunda que existe hacia Palestina dentro del sistema penitenciario estadounidense, un sistema que, según ellos, es una extensión del mismo proyecto imperial que busca criminalizar la existencia de los oprimidos.

Hamza, condenado en 1986 por un cargo de asesinato en segundo grado cuando aún era adolescente, ha pasado más de cuatro décadas tras las rejas, enfrentando la pérdida de un ser querido por un error fatal que cometió. A lo largo de los años, se ha convertido al Islam y ha buscado la libertad condicional sin éxito en repetidas ocasiones. La campaña de GoFundMe, establecida por Mashouf, no solo busca apoyar a Hamza en su reintegración a la sociedad, sino que también se ha convertido en un faro de esperanza y humanidad, recaudando más de $102,000 para su viaje de reingreso.