Colombia

Grave Escasez de Medicamentos para Epilepsia en Colombia

Pacientes con epilepsia en Colombia enfrentan una seria crisis de salud debido a la falta de disponibilidad de medicamentos esenciales como clobazam, topiramato, levetiracetam, y otros fármacos vitales. La situación ha llegado a un punto crítico, afectando la calidad de vida y la salud de numerosos afectados.

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Grave Escasez de Medicamentos para Epilepsia en Colombia

Pacientes con epilepsia en Colombia enfrentan una seria crisis de salud debido a la falta de disponibilidad de medicamentos esenciales como clobazam, topiramato, levetiracetam, y otros fármacos vitales. La situación ha llegado a un punto crítico, afectando la calidad de vida y la salud de numerosos afectados.

"Las EPS pueden importar estos medicamentos sin restricciones, pero no lo están haciendo adecuadamente"

- Señaló Guillermo Jaramillo, Ministro de Salud.

18/8/2024

En Colombia, la escasez de medicamentos indispensables para tratar la epilepsia ha generado una alarmante situación de salud pública. Según reportes, varios fármacos esenciales no se encuentran disponibles en el país, entre ellos el clobazam (urbadam) en dosis de 10 mg y 20 mg, topiramato en dosis de 25 mg, 50 mg y 100 mg, y levetiracetam (Keppra) en jarabe de 100 ml y 300 ml, así como en tabletas de 500 mg y 1000 mg. Además, la lista de medicamentos escasos incluye risperidona, levotiroxina de 75 mg, melatonina de 5 mg, viracetam en jarabe y lamotrigina.

Esta situación ha llevado a un crítico escenario para muchos pacientes, como el caso de una niña diagnosticada con el síndrome de West, quien ha estado sin tratamiento desde abril de 2024 debido a la falta de estos medicamentos.

El Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, ha atribuido la responsabilidad de esta crisis a las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Jaramillo ha afirmado que las EPS tienen la capacidad de importar estos medicamentos sin ningún tipo de restricción, pero su inacción ha sido catalogada como negligencia por el ministerio. Esta negligencia ha generado un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes que dependen de estos fármacos.

El problema de la escasez de medicamentos se agrava aún más debido a las dificultades financieras que enfrenta el sistema de salud. Las EPS han denunciado que no han recibido los pagos correspondientes del gobierno por los servicios prestados, lo cual ha afectado gravemente su capacidad para adquirir estos medicamentos. Según las EPS, el Ministerio de Hacienda no ha cumplido con los giros pendientes desde el año 2022, lo que ha añadido una presión adicional sobre la liquidez financiera del sistema.

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha clasificado como vitales no disponibles varios de los medicamentos para la epilepsia, incluyendo la fenitoína, el felbamato y el clobazam.

Para abordar esta crisis, se han programado reuniones entre representantes de pacientes y el Ministerio de Salud. En estas reuniones se discutirán posibles soluciones y estrategias para mejorar el acceso a los medicamentos anticonvulsivos. La próxima reunión está prevista para el 21 de agosto de 2024, donde se espera que se presente un cronograma de actividades específicas para resolver el problema de abastecimiento.

Las organizaciones y el gobierno se encuentran ante el reto de tomar medidas inmediatas para solucionar la crisis y garantizar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para los pacientes con epilepsia en el país.

Algo Curioso

"Las EPS pueden importar estos medicamentos sin restricciones, pero no lo están haciendo adecuadamente"

- Señaló Guillermo Jaramillo, Ministro de Salud.

Aug 18, 2024
Colglobal News

En Colombia, la escasez de medicamentos indispensables para tratar la epilepsia ha generado una alarmante situación de salud pública. Según reportes, varios fármacos esenciales no se encuentran disponibles en el país, entre ellos el clobazam (urbadam) en dosis de 10 mg y 20 mg, topiramato en dosis de 25 mg, 50 mg y 100 mg, y levetiracetam (Keppra) en jarabe de 100 ml y 300 ml, así como en tabletas de 500 mg y 1000 mg. Además, la lista de medicamentos escasos incluye risperidona, levotiroxina de 75 mg, melatonina de 5 mg, viracetam en jarabe y lamotrigina.

Esta situación ha llevado a un crítico escenario para muchos pacientes, como el caso de una niña diagnosticada con el síndrome de West, quien ha estado sin tratamiento desde abril de 2024 debido a la falta de estos medicamentos.

El Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, ha atribuido la responsabilidad de esta crisis a las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Jaramillo ha afirmado que las EPS tienen la capacidad de importar estos medicamentos sin ningún tipo de restricción, pero su inacción ha sido catalogada como negligencia por el ministerio. Esta negligencia ha generado un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes que dependen de estos fármacos.

El problema de la escasez de medicamentos se agrava aún más debido a las dificultades financieras que enfrenta el sistema de salud. Las EPS han denunciado que no han recibido los pagos correspondientes del gobierno por los servicios prestados, lo cual ha afectado gravemente su capacidad para adquirir estos medicamentos. Según las EPS, el Ministerio de Hacienda no ha cumplido con los giros pendientes desde el año 2022, lo que ha añadido una presión adicional sobre la liquidez financiera del sistema.

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha clasificado como vitales no disponibles varios de los medicamentos para la epilepsia, incluyendo la fenitoína, el felbamato y el clobazam.

Para abordar esta crisis, se han programado reuniones entre representantes de pacientes y el Ministerio de Salud. En estas reuniones se discutirán posibles soluciones y estrategias para mejorar el acceso a los medicamentos anticonvulsivos. La próxima reunión está prevista para el 21 de agosto de 2024, donde se espera que se presente un cronograma de actividades específicas para resolver el problema de abastecimiento.

Las organizaciones y el gobierno se encuentran ante el reto de tomar medidas inmediatas para solucionar la crisis y garantizar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para los pacientes con epilepsia en el país.

En Colombia, la escasez de medicamentos indispensables para tratar la epilepsia ha generado una alarmante situación de salud pública. Según reportes, varios fármacos esenciales no se encuentran disponibles en el país, entre ellos el clobazam (urbadam) en dosis de 10 mg y 20 mg, topiramato en dosis de 25 mg, 50 mg y 100 mg, y levetiracetam (Keppra) en jarabe de 100 ml y 300 ml, así como en tabletas de 500 mg y 1000 mg. Además, la lista de medicamentos escasos incluye risperidona, levotiroxina de 75 mg, melatonina de 5 mg, viracetam en jarabe y lamotrigina.

Esta situación ha llevado a un crítico escenario para muchos pacientes, como el caso de una niña diagnosticada con el síndrome de West, quien ha estado sin tratamiento desde abril de 2024 debido a la falta de estos medicamentos.

El Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, ha atribuido la responsabilidad de esta crisis a las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Jaramillo ha afirmado que las EPS tienen la capacidad de importar estos medicamentos sin ningún tipo de restricción, pero su inacción ha sido catalogada como negligencia por el ministerio. Esta negligencia ha generado un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes que dependen de estos fármacos.

El problema de la escasez de medicamentos se agrava aún más debido a las dificultades financieras que enfrenta el sistema de salud. Las EPS han denunciado que no han recibido los pagos correspondientes del gobierno por los servicios prestados, lo cual ha afectado gravemente su capacidad para adquirir estos medicamentos. Según las EPS, el Ministerio de Hacienda no ha cumplido con los giros pendientes desde el año 2022, lo que ha añadido una presión adicional sobre la liquidez financiera del sistema.

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha clasificado como vitales no disponibles varios de los medicamentos para la epilepsia, incluyendo la fenitoína, el felbamato y el clobazam.

Para abordar esta crisis, se han programado reuniones entre representantes de pacientes y el Ministerio de Salud. En estas reuniones se discutirán posibles soluciones y estrategias para mejorar el acceso a los medicamentos anticonvulsivos. La próxima reunión está prevista para el 21 de agosto de 2024, donde se espera que se presente un cronograma de actividades específicas para resolver el problema de abastecimiento.

Las organizaciones y el gobierno se encuentran ante el reto de tomar medidas inmediatas para solucionar la crisis y garantizar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para los pacientes con epilepsia en el país.

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