La administración del expresidente Donald Trump llevó a cabo ataques aéreos dirigidos contra el grupo armado Houthi en Yemen, respaldado por Irán, como respuesta a las agresiones de los hutíes a rutas internacionales de envío y ataques a Israel. La operación, sin embargo, quedó bajo intensa controversia cuando se reveló que los planes militares se discutieron previamente en un chat grupal de la aplicación Signal, una plataforma no aprobada para manejar información clasificada.
La falla de seguridad quedó al descubierto cuando Jeffrey Goldberg, editor de The Atlantic, fue incluido accidentalmente en el grupo titulado "Houthi PC Small Group". Entre los participantes del chat estaban figuras destacadas del gabinete de Trump, como Pete Hegseth (Secretario de Defensa), JD Vance (Vicepresidente), Marco Rubio (Secretario de Estado), Tulsi Gabbard (Directora de Inteligencia Nacional), Stephen Miller (asesor de Trump), Susie Wiles (Jefa de Gabinete) y Mike Waltz (Asesor de Seguridad Nacional). A las 11:44 a.m., Goldberg recibió un mensaje del secretario de Defensa, Hegseth, que contenía detalles operativos sobre los ataques, como paquetes de armas, objetivos y tiempos previstos, lo que generó de inmediato preocupaciones sobre la seguridad de dichas informaciones.
Goldberg reportó que los mensajes contenían discusiones específicas de los ataques aéreos, incluyendo observaciones sobre la necesidad urgente de actuar y la responsabilidad de los aliados europeos en proteger las rutas de transporte internacionales. Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, confirmó la autenticidad aparente del hilo de mensajes y afirmó que se estaba investigando cómo se permitió la inclusión errónea del número de Goldberg en el chat.
En respuesta al incidente, Donald Trump negó cualquier conocimiento previo de la situación y restó importancia al asunto, mientras que Pete Hegseth negó que se hubieran discutido planes de guerra en el chat. Sin embargo, estas declaraciones fueron contradichas por Jeffrey Goldberg, quien insistió en que los mensajes incluían información detallada sobre las operaciones.
El Congreso reaccionó con severidad ante la revelación. El senador Chuck Schumer calificó la situación como “una de las más sorprendentes violaciones de inteligencia militar que he leído en mucho tiempo” y llamó a una investigación exhaustiva sobre el manejo de información clasificada dentro del gobierno de Trump. Este incidente se suma a las preocupaciones sobre la seguridad operativa y el control de la información en una administración ya puesta bajo escrutinio por otros temas similares.
Los ataques aéreos en Yemen, que comenzaron poco después de que Goldberg recibiera el mensaje involuntario, fueron descritos como una medida enérgica para contrarrestar amenazas de los hutíes, cuyas actividades contra Israel y rutas de envío internacionales habían aumentado desde octubre de 2023. La escalada de tensión y las críticas hacia la administración Biden por su falta de acción en 2024 llevaron al gobierno de Trump a prometer medidas más severas contra el grupo armado.
Este incidente señaló también las debilidades internas en la gestión de comunicación y seguridad bajo la administración Trump, aumentando no solo la presión política, sino también el foco en las implicaciones para las vidas de los militares estadounidenses involucrados en operaciones de alto riesgo. Se ha planteado la necesidad de evaluar y fortalecer los protocolos para el manejo de información clasificada en entornos digitales.