Un informe reciente de Human Rights Watch (HRW) ha revelado serios abusos laborales y sexuales en la industria de las webcammers en Colombia, tras una investigación de 18 meses en Bogotá, Cali, Medellín y Palmira. Esta industria, que consta de entre 40,000 y 50,000 trabajadores, enfrenta una significativa falta de derechos laborales, afectando principalmente a mujeres, aunque también incluye a hombres transgénero y cisgénero.
La investigación de HRW, que involucró entrevistas con 55 personas, incluidos trabajadores, autoridades y expertos, identificó diversas plataformas en las que se perpetúan estos abusos, tales como BongaCams, Chaturbate, LiveJasmin y Stripchat. Un aspecto crítico es la retención de entre el 50% y el 65% de los ingresos generados por los modelos, quienes además deben alquilar cubículos en estudios debido a la falta de acceso a herramientas como computadoras, cámaras digitales y WiFi.
Las condiciones higiénicas en estos espacios de trabajo son alarmantes. Las modelos reportaron falta de limpieza que ha provocado infecciones y erupciones cutáneas. Casos como el de un teclado cubierto de fluidos, que generó preocupación por la salud de una modelo, ejemplifican la gravedad de la situación. Además, los horarios de trabajo son extremadamente largos, con modelos obligadas a trabajar hasta 18 horas con pausas mínimas de 15 a 20 minutos, algunos incluso ocultaban bocadillos para poder comer durante su turno.
La vigilancia y control sobre las modelos también es excesiva. Los administradores instalan cámaras de vigilancia en baños y vestidores, monitoreando no solo su trabajo sino también sus interacciones personales con los usuarios. HRW documentó numerosos casos de coacción sexual, incluyendo instancias donde los administradores forzaron a las modelos a realizar actos sexuales no deseados frente a la cámara. Una modelo incluso reportó miedo por su vida al ser presionada para participar en actos peligrosos. Asimismo, algunas fueron forzadas a actuar como menores de edad, a pesar de ser adultas.
El desconocimiento de los términos de servicio de las plataformas por parte de las trabajadoras es otro de los problemas identificados en el informe. BongaCams, Chaturbate y Stripchat afirmaron tener políticas para prevenir el abuso infantil, pero negaron los abusos laborales reportados. Por su parte, LiveJasmin no proporcionó ninguna respuesta oficial a las denuncias.
Este informe pone de relieve la situación de explotación en la industria de las webcammers en Colombia, donde los derechos laborales y humanos son sistemáticamente violados. La industria de las webcammers en Colombia, aunque relativamente nueva, ha crecido exponencialmente en la última década, siendo el país uno de los principales exportadores de contenido webcam en América Latina.