Un equipo de investigadores de la Universidad Federal de São Paulo ha realizado un descubrimiento extraordinario al identificar fragmentos de ADN viral en restos de Neanderthal de más de 50,000 años de antigüedad. El análisis de ADN recuperado de los huesos encontrados en la cueva Chagyrskaya, en Rusia, ha permitido a los científicos detectar adenovirus, herpesvirus y papilomavirus, convirtiéndolos en los virus humanos más antiguos jamás registrados. Este hallazgo abre una nueva ventana para comprender las enfermedades que pudieron haber impactado a los neandertales, nuestros antiguos parientes.
El análisis de estas secuencias de ADN viral ha concretado que los Neanderthales pudieron haber sido expuestos a infecciones similares a las que actualmente afectan a los humanos. Los adenovirus son conocidos por causar enfermedades que van desde el resfriado común hasta la gastroenteritis, mientras que los herpesvirus incluyen patógenos como el virus de Epstein-Barr y los papilomavirus, que están asociados con el cáncer de cuello uterino. Este descubrimiento sugiere que las enfermedades virales han acompañado a los humanos y sus ancestros durante miles de años, afectando su salud y evolución.
El equipo de la Universidad Federal de São Paulo utilizó avanzadas técnicas de secuenciación genética para analizar los fragmentos de ADN encontrados en los restos óseos. La comparación de estas secuencias ancestrales con las modernas ha permitido a los investigadores determinar la presencia de virus que podrían haber infectado a los Neanderthales. A pesar de la posibilidad de contaminación moderna, los expertos consideran que la evidencia es suficientemente robusta como para sugerir infecciones virales en estos antiguos homínidos.
Este descubrimiento también abre la puerta para entender mejor cómo los Neanderthales pudieron haber lidiado con enfermedades infecciosas y cómo estas enfermedades pudieron haber afectado su supervivencia y comportamiento. Aunque no se puede afirmar con certeza que estos virus hayan jugado un papel determinante en la extinción de los Neanderthales, este estudio aporta nuevos elementos para pensar en la complejidad de las interacciones entre virus y homínidos prehistóricos.