Un helicóptero que transportaba al presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y al ministro de Relaciones Exteriores, sufrió un accidente en una ladera cubierta de niebla cerca de Jolfa, a unos 375 millas al noroeste de Teherán. El accidente, inicialmente reportado como un "aterrizaje forzoso", fue luego descrito como un choque, atribuido a las malas condiciones climáticas. Más de 40 unidades de rescate, incluyendo perros de búsqueda y drones, fueron despachadas al sitio, y recursos del ejército y la Guardia Revolucionaria fueron desplegados para apoyar la operación de rescate. La aeronave fue localizada después del anochecer, aunque los detalles sobre el estado de los ocupantes permanecen confusos.
Entre los ocupantes del helicóptero se encontraba el presidente Ebrahim Raisi, conocido por su línea dura y su pasado como líder judicial, además del ministro de Relaciones Exteriores y otros oficiales. La aeronave regresaba de una visita a la frontera entre Irán y Azerbaiyán. En caso de que Raisi hubiera fallecido en el accidente, sería el vicepresidente iraní Mohammad Mokhber quien asumiría las funciones presidenciales hasta que se pudieran organizar elecciones, dentro de un plazo de 50 días, según establece la constitución de Irán.