Sofia (11 años) y Daniel (8 años) descubrieron que sus padres, quienes usaban los nombres de María Mayer y Ludwig Gisch, eran en realidad Anna Dultseva y Artem Dultsev, agentes encubiertos del SVR, la agencia de inteligencia rusa. Los niños, que habían crecido en Argentina y luego en Eslovenia, no hablaban ruso y desconocían su vínculo con Rusia.
Los Dultsev fueron detenidos en diciembre de 2022 en Eslovenia después de una operación policial. Durante el vuelo de regreso a Moscú, sus padres revelaron a los niños que no eran argentinos, lo que les causó gran confusión. Al llegar a Moscú, los niños fueron recibidos por el presidente Vladimir Putin, quien les dio la bienvenida con flores y les dijo “Buenas noches” en español.
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Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, confirmó que Sofia y Daniel no sabían que eran rusos y que sus padres habían hecho importantes sacrificios por su ocupación. “Los niños no sabían que eran rusos y sus padres hicieron sacrificios significativos por su trabajo”, reiteró Peskov.
Este evento se produjo en el marco del mayor intercambio de prisioneros desde la Guerra Fría, en el que participaron 24 personas, con 16 de Rusia hacia Occidente y 8 de Occidente a Rusia. Entre los liberados se encontraba Vadim Krasikov, un ex agente del FSB condenado en Alemania por asesinato. El intercambio ha sido considerado una victoria para Rusia, a pesar de que cedieron más prisioneros de los que recibieron. Las autoridades rusas, incluido el presidente Putin, destacaron la importancia de estas operaciones y el sacrificio de los agentes encubiertos.
Los detalles del arresto de los Dultsev indican que estaban operando bajo identidades falsas, lo cual es una práctica común en el mundo del espionaje. Se desconocen los motivos específicos que llevaron a su arresto en Eslovenia, pero se presume que sus actividades estaban bajo vigilancia de las autoridades locales. Los niños se habían adaptado bien a sus vidas en Argentina y Eslovenia, sin indicio alguno de sus orígenes rusos. El intercambio de prisioneros que incluyó a los Dultsev fue el más grande desde la Guerra Fría, involucrando un total de 24 personas, destacando un momento significativo en las relaciones internacionales contemporáneas.