Economía

Impuesto a Multinacionales del Petróleo Financiaría US$ 900.000 Millones en Acción Climática

Un nuevo informe sugiere que un impuesto adicional a las empresas de combustibles fósiles en los países más ricos podría generar hasta 900 mil millones de dólares para 2030, destinados a ayudar a las naciones más afectadas por la crisis climática.

Economía

Impuesto a Multinacionales del Petróleo Financiaría US$ 900.000 Millones en Acción Climática

Un nuevo informe sugiere que un impuesto adicional a las empresas de combustibles fósiles en los países más ricos podría generar hasta 900 mil millones de dólares para 2030, destinados a ayudar a las naciones más afectadas por la crisis climática.

“Este es, sin duda, el modo más justo de aumentar los ingresos para el fondo de pérdidas y daños para garantizar que esté adecuadamente financiado y sea efectivo"

- David Hillman, director de la campaña Stamp Out Poverty y coautor del informe.

29/4/2024

El informe "Climate Damages Tax", publicado recientemente, propone un nuevo impuesto sobre la extracción a las mayores empresas de combustibles fósiles con sede en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Se calcula que este impuesto podría recaudar 720 mil millones de dólares (£580 mil millones) para finales de la década. Los fondos recaudados se destinarían principalmente al fondo de pérdidas y daños, una iniciativa acordada en la cumbre Cop28 en Dubai, marcada por una victoria significativa de los países en desarrollo. Estos fondos ayudarían a los países vulnerables a enfrentar los peores efectos del cambio climático.

Este enfoque se presenta como la forma más equitativa de recaudar fondos significativos sin buscar fuentes adicionales de financiación, haciendo que las industrias más ricas y económicamente poderosas, con la mayor responsabilidad histórica en el cambio climático, contribuyan directamente a la solución. Según Hillman, esta propuesta no solo es justa sino también viable, pues podría integrarse fácilmente en los sistemas tributarios existentes.

Se propone que el impuesto, que comenzaría en 2024 en los países de la OCDE con una tasa inicial de $5 por tonelada de CO2 equivalente, aumente $5 cada año hasta alcanzar un total de 900 mil millones de dólares para 2030. De este total, 720 mil millones de dólares se destinarían directamente al fondo de pérdidas y daños, mientras que los 180 mil millones restantes se usarían como un "dividendo doméstico" para apoyar a las comunidades dentro de las naciones más ricas en la transición climática justa.

Algo Curioso
A pesar de que la idea de gravar a las industrias más contaminantes ha circulado durante años, la propuesta actual de un impuesto progresivo sobre las emisiones de CO2 de las empresas de combustibles fósiles representa uno de los enfoques más ambiciosos hasta la fecha.

Implicaciones Globales de un Impuesto Climático en Grandes Petroleras

Diversas organizaciones climáticas globales respaldan la propuesta del impuesto, incluyendo Greenpeace, Stamp Out Poverty, Power Shift Africa y Christian Aid. Areeba Hamid, directora conjunta de Greenpeace Reino Unido, criticó la inacción gubernamental ante la crisis climática, acusando a las industrias petroleras de continuar acumulando beneficios enormes sin rendir cuentas por su impacto histórico y continuo en el clima.

Hamid destacó la urgencia de un liderazgo global concertado para obligar a la industria de los combustibles fósiles a cesar sus actividades de perforación y comenzar a pagar por los daños que están causando en todo el mundo. Según ella, un impuesto sobre los daños climáticos sería una herramienta poderosa para desbloquear fondos vitales para aquellos que enfrentan directamente la crisis climática y, al mismo tiempo, acelerar una transición rápida y justa hacia la eliminación de los combustibles fósiles.

Transición Climática Justa: Un Balance Entre Economía y Medio Ambiente

La propuesta también sugiere que, si el impuesto se introdujera solo en los estados del G7, donde se basa un número considerable de empresas internacionales de petróleo y gas, todavía podría recaudar 540 mil millones de dólares para el fondo de pérdidas y daños para finales de la década, con un "dividendo doméstico" adicional de 135 mil millones de dólares para la acción climática nacional a través del G7.

Esta financiación no solo apoyaría a las naciones vulnerables a El informe subraya la necesidad de una supervisión rigurosa para asegurar que los fondos recaudados se utilicen de manera eficiente y transparente. Las negociaciones sobre cómo y dónde se distribuirán exactamente los fondos están en curso, con una reunión clave del recién establecido consejo del fondo de pérdidas y daños programada para tener lugar en Abu Dhabi. Este encuentro será crucial para definir los mecanismos de gobernanza del fondo y asegurar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.

Además, la próxima reunión del G7 en Turin, Italia, discutirá la implementación de este impuesto a nivel global, considerando su introducción en las economías más grandes y responsables por una considerable cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. El debate se centrará en la viabilidad de implementar este impuesto exclusivamente en los estados del G7 y sus posibles efectos en la economía global y la industria energética.

“Este es, sin duda, el modo más justo de aumentar los ingresos para el fondo de pérdidas y daños para garantizar que esté adecuadamente financiado y sea efectivo"

- David Hillman, director de la campaña Stamp Out Poverty y coautor del informe.

Apr 29, 2024

El informe "Climate Damages Tax", publicado recientemente, propone un nuevo impuesto sobre la extracción a las mayores empresas de combustibles fósiles con sede en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Se calcula que este impuesto podría recaudar 720 mil millones de dólares (£580 mil millones) para finales de la década. Los fondos recaudados se destinarían principalmente al fondo de pérdidas y daños, una iniciativa acordada en la cumbre Cop28 en Dubai, marcada por una victoria significativa de los países en desarrollo. Estos fondos ayudarían a los países vulnerables a enfrentar los peores efectos del cambio climático.

Este enfoque se presenta como la forma más equitativa de recaudar fondos significativos sin buscar fuentes adicionales de financiación, haciendo que las industrias más ricas y económicamente poderosas, con la mayor responsabilidad histórica en el cambio climático, contribuyan directamente a la solución. Según Hillman, esta propuesta no solo es justa sino también viable, pues podría integrarse fácilmente en los sistemas tributarios existentes.

Se propone que el impuesto, que comenzaría en 2024 en los países de la OCDE con una tasa inicial de $5 por tonelada de CO2 equivalente, aumente $5 cada año hasta alcanzar un total de 900 mil millones de dólares para 2030. De este total, 720 mil millones de dólares se destinarían directamente al fondo de pérdidas y daños, mientras que los 180 mil millones restantes se usarían como un "dividendo doméstico" para apoyar a las comunidades dentro de las naciones más ricas en la transición climática justa.

Algo Curioso
A pesar de que la idea de gravar a las industrias más contaminantes ha circulado durante años, la propuesta actual de un impuesto progresivo sobre las emisiones de CO2 de las empresas de combustibles fósiles representa uno de los enfoques más ambiciosos hasta la fecha.

Implicaciones Globales de un Impuesto Climático en Grandes Petroleras

Diversas organizaciones climáticas globales respaldan la propuesta del impuesto, incluyendo Greenpeace, Stamp Out Poverty, Power Shift Africa y Christian Aid. Areeba Hamid, directora conjunta de Greenpeace Reino Unido, criticó la inacción gubernamental ante la crisis climática, acusando a las industrias petroleras de continuar acumulando beneficios enormes sin rendir cuentas por su impacto histórico y continuo en el clima.

Hamid destacó la urgencia de un liderazgo global concertado para obligar a la industria de los combustibles fósiles a cesar sus actividades de perforación y comenzar a pagar por los daños que están causando en todo el mundo. Según ella, un impuesto sobre los daños climáticos sería una herramienta poderosa para desbloquear fondos vitales para aquellos que enfrentan directamente la crisis climática y, al mismo tiempo, acelerar una transición rápida y justa hacia la eliminación de los combustibles fósiles.

Transición Climática Justa: Un Balance Entre Economía y Medio Ambiente

La propuesta también sugiere que, si el impuesto se introdujera solo en los estados del G7, donde se basa un número considerable de empresas internacionales de petróleo y gas, todavía podría recaudar 540 mil millones de dólares para el fondo de pérdidas y daños para finales de la década, con un "dividendo doméstico" adicional de 135 mil millones de dólares para la acción climática nacional a través del G7.

Esta financiación no solo apoyaría a las naciones vulnerables a El informe subraya la necesidad de una supervisión rigurosa para asegurar que los fondos recaudados se utilicen de manera eficiente y transparente. Las negociaciones sobre cómo y dónde se distribuirán exactamente los fondos están en curso, con una reunión clave del recién establecido consejo del fondo de pérdidas y daños programada para tener lugar en Abu Dhabi. Este encuentro será crucial para definir los mecanismos de gobernanza del fondo y asegurar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.

Además, la próxima reunión del G7 en Turin, Italia, discutirá la implementación de este impuesto a nivel global, considerando su introducción en las economías más grandes y responsables por una considerable cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. El debate se centrará en la viabilidad de implementar este impuesto exclusivamente en los estados del G7 y sus posibles efectos en la economía global y la industria energética.

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