El Pantanal, reconocido como el humedal tropical más extenso del mundo, ha vivido una serie de incendios catastróficos en los últimos años. Un notable ejemplo se dio en 2020, cuando se quemaron aproximadamente 4.5 millones de hectáreas. Este evento resultó en la muerte de un estimado de 17 millones de animales. En ese mismo año, septiembre registró un alarmante número de 8,106 incendios en tan solo 30 días, un incremento del 35% frente al récord anterior. Desde enero hasta finales de septiembre, estos incendios han arrasado aproximadamente 32,910 km². En el primer semestre del año, ya se habían informado 500,000 hectáreas destruidas por el fuego.
Ante la gravedad, el estado de Mato Grosso do Sul declaró una "situación de emergencia", describiendo los incendios forestales como "fuera de control". Esta emergencia refleja la severa incapacidad de contener los incendios que han asolado una vasta región del Pantanal, afectando de manera significativa a su biodiversidad. Varias especies que habitan en este ecosistema único han sido severamente perturbadas o desplazadas por el fuego.

El aumento en los incendios ha sido facilitado por varias condiciones climáticas adversas, tales como temperaturas crecientes y una menor humedad, además de ser exacerbados por prácticas agrícolas y ganaderas insostenibles. La sequía prolongada y la expansión de actividades agrícolas y ganaderas han generado un entorno altamente inflamable. Políticas de uso de la tierra y la deforestación también han desempeñado un rol crucial en la intensificación de estos eventos.
Los efectos de los incendios en la biodiversidad del Pantanal son devastadores. Con millones de animales afectados, incluidos muchos en peligro de extinción, la pérdida de hábitat y la disminución de la biodiversidad se han convertido en problemas graves. Además, se ha observado un preocupante aumento en el número y la severidad de los incendios en 2023, una tendencia que no parece disminuir.
Organizaciones ambientales como WWF han subrayado la urgencia de implementar políticas efectivas de conservación para mitigar y eventualmente revertir estos daños. La conservación del Pantanal no solo es esencial desde una perspectiva ecológica, sino que también tiene un impacto significativo en la salud humana global, dada la interconexión entre los ecosistemas naturales y la salud humana. El Pantanal es hogar de más de 4,700 especies de plantas y animales, y es considerado uno de los santuarios de biodiversidad más importantes del mundo.