Ucrania está sufriendo apagones masivos de emergencia a medida que los ataques rusos en su infraestructura energética se intensifican. Más de la mitad de la capacidad de generación de energía del país ha sido dañada o destruida, provocando la implementación de cortes rotativos en varias regiones, incluyendo distritos de la capital, Kiev.
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Los ataques han ido en aumento, con la red energética ucraniana siendo el objetivo principal de Rusia por octava vez en los últimos tres meses. Misiles y drones lanzados por Rusia han sido parcialmente interceptados por los sistemas de defensa aérea ucranianos, pero aún así han causado daños significativos a las instalaciones energéticas en diversas regiones del país. En un reciente ataque nocturno, tres personas fueron asesinadas y varias resultaron heridas en Járkov por bombas guiadas rusas.
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Las autoridades ucranianas piden a sus aliados occidentales que aceleren la entrega de sistemas de defensa aérea, específicamente las baterías de misiles Patriot que Ucrania ya está recibiendo de Estados Unidos, Alemania, Rumanía y los Países Bajos. Estas medidas son vitales para proteger las infraestructuras críticas del país, especialmente con la proximidad del invierno y el incremento esperado en la demanda de electricidad.
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En un esfuerzo por mantener las operaciones, muchos negocios en Ucrania han comenzado a invertir en generadores, mientras que la población se adapta a los frecuentes cortes de energía. Además, también hay preocupación por ataques en otras áreas críticas. Se reporta que Ucrania ha lanzado un ataque con drones contra un almacén ruso utilizado para lanzar drones, además de un ataque a una instalación de almacenamiento de petróleo en la región rusa de Rostov, causando incendios que han durado días.
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En paralelo, la capacidad militar de Ucrania ha visto una mejora significativa gracias a la aprobación de un paquete de ayuda militar por parte de Estados Unidos. Adicionalmente, se espera la entrega de cazas F-16 este verano, reforzando la defensa ucraniana.
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La confrontación también se vive con alegaciones mutuas de ataques. Rusia ha acusado a Ucrania de atacar Sebastopol con misiles suministrados por Estados Unidos, mientras que Ucrania sigue documentando numerosos casos de violencia sexual supuestamente cometida por tropas rusas y ha informado sobre la decapitación de un soldado ucraniano por las fuerzas rusas en la región de Donetsk.
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Las tensiones han derivado en acciones judiciales, con un hombre ucraniano recibiendo una sentencia de 15 años por proporcionar información a las fuerzas rusas. Según informes de la ONU, hay más de 6,600 casos criminales abiertos contra individuos que habrían colaborado con Rusia en territorio ucraniano.
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La situación en ambos países sigue siendo tensa y alimenta un conflicto que afecta cada vez más la vida diaria de los ciudadanos, empujando a ambos lados a tomar medidas extremas. La red de energía de Ucrania, diseñada originalmente durante la era soviética, enfrenta uno de sus mayores desafíos desde su construcción, adaptándose a los métodos de ataque modernos que no se habían previsto en su diseño inicial.