La Universidad de Lund ha anunciado un hito en la medicina de emergencia con el desarrollo de un estimulador cardíaco inyectable y bioabsorbible, diseñado para tratar arritmias cardíacas en situaciones críticas. Denominado BICS (Bioresorbable Injectable Cardiac Stimulator), el dispositivo se basa en una solución de nanopartículas que, al ser inyectada, se autoensambla en un hidrogel conductor alrededor del corazón. Esta innovación proporciona una alternativa no quirúrgica para el mantenimiento temporal del ritmo cardíaco.
El BICS se administra a través de una jeringa equipada con una aguja más delgada que un cabello humano. Al ser inyectado, el hidrogel actúa como un electrodo que permite a dispositivos externos, incluso teléfonos móviles, estimular el corazón y monitorizar su actividad eléctrica mediante mediciones de ECG. Este sistema puede mantener la regulación del ritmo cardíaco por un periodo de hasta cinco días, ofreciendo un margen vital para que los pacientes lleguen a un hospital para recibir tratamiento permanente.
Las primeras pruebas en modelos animales, como embriones de pez cebra y pollos, mostraron que el hidrogel se adhería eficientemente al corazón sin afectar sus movimientos naturales ni causar toxicidad o cambios de comportamiento adversos. Los siguientes pasos incluyen pruebas en animales más grandes, como cerdos, para validar la eficacia y seguridad del dispositivo.
Entre las características destacadas del BICS se encuentran su biocompatibilidad, ya que el hidrogel es diseñado para ser absorbido y excretado naturalmente por el cuerpo, eliminando la necesidad de intervención quirúrgica para su remoción. Además, el dispositivo requiere una baja entrada de energía, que puede ser suministrada por dispositivos de mano como teléfonos móviles.
Este avance es particularmente valioso en situaciones donde los desfibriladores tradicionales o marcapasos quirúrgicos no están disponibles, como en ubicaciones remotas, zonas de conflicto o actividades al aire libre. Los investigadores también están trabajando en el desarrollo de una aplicación móvil que facilite el control del estimulador, ampliando así su accesibilidad para los primeros respondedores.
El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, lo que subraya el potencial de este enfoque innovador en el cuidado cardíaco. La investigación futura se centrará en optimizar el dispositivo para su uso en humanos y evaluar su funcionalidad en modelos animales más grandes.