El pasado domingo, un mitin de Donald Trump en el condado de Butler, Pensilvania, se convirtió en escenario de un tiroteo que dejó un saldo de un muerto y dos heridos, además del presunto atacante abatido por agentes de seguridad.
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El incidente ocurrió alrededor de las 7:30 p.m. cuando Thomas Matthew Crooks, de 20 años, desde una posición elevada fuera del lugar del mitin, disparó hacia el expresidente Trump. La policía local y el FBI están investigando el hecho como un intento de asesinato. Según informes, el Servicio Secreto confirmó que Trump resultó ileso, aunque una bala rozó la parte superior de su oreja derecha.
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El tiroteo dejó una víctima mortal entre el público y dos personas gravemente heridas, quienes fueron trasladadas a un hospital local donde permanecen bajo cuidados intensivos. El ataque fue rápidamente neutralizado por agentes del Servicio Secreto, quienes abatieron al atacante en el lugar. Crooks, residente de Bethel Park, Pensilvania, no tenía un motivo claro conocido por las autoridades. Registros públicos revelaron que se había registrado para votar como republicano en 2021 y había realizado una donación a un comité político progresista ese mismo año.
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El presidente Biden fue rápidamente informado del incidente y expresó su gratitud por la seguridad de Trump, instando a la condena de la violencia política. "Estados Unidos debe unirse para condenar la violencia política en todas sus formas", afirmó Biden en un comunicado oficial.
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La rápida respuesta de los agentes de seguridad fue reconocida tanto por Trump como por otros líderes políticos. En una declaración pública, Trump ofreció sus condolencias a la familia de la víctima fatal y expresó su apoyo a los heridos, calificando el incidente como un hecho "increíble en nuestro país".
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El incidente ha provocado una serie de reacciones en el ámbito político. La Cámara de Representantes anunció el inicio de una investigación formal sobre los eventos. Diversos líderes políticos, incluidos ex presidentes como George W. Bush y Barack Obama, así como legisladores demócratas como Hakeem Jeffries, condenaron el acto y subrayaron la necesidad de civildad en la política.
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El armamento utilizado por Crooks, un rifle estilo AR-15, fue recuperado en la escena, alimentando especulaciones de que el ataque fue un intento serio de asesinar al expresidente. En el marco de la revuelta política, Steve Bannon, colaborador cercano de Trump, expresó en una entrevista previa su preocupación por un posible intento de asesinato contra Trump antes de las elecciones de noviembre y criticó la gestión de la seguridad por parte del Servicio Secreto.
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Este tiroteo ha reavivado el debate sobre la seguridad en los eventos políticos y la creciente necesidad de medidas más estrictas para prevenir la violencia en la esfera pública. Líderes de ambos partidos han instado a la paz y a la reflexión sobre la importancia del diálogo pacífico en la política. Thomas Matthew Crooks, el atacante abatido durante el mitin, se había registrado para votar como republicano pero también había donado a un comité político progresista, lo que añade una capa de complejidad a su perfil y posible motivo.