Irán ha convocado a embajadores extranjeros en Teherán, subrayando su deber moral de castigar a Israel tras el asesinato de Ismail Haniyeh, líder de Hamas, ocurrido hace una semana. Este anuncio se inscribe en una serie de medidas de represalia que el gobierno iraní considera necesarias contra las acciones israelíes, calificadas por Irán como "aventurismo" y violaciones de la ley internacional.
Como parte de su estrategia para obtener apoyo internacional, Irán ha asegurado una reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OIC) para el miércoles en Jeddah, Arabia Saudita. En esta reunión, Teherán buscará el respaldo de los estados árabes para las acciones de represalia contra Israel.
En respuesta, líderes israelíes, como el ministro de Defensa Yoav Gallant, han afirmado estar preparados para un ataque inminente dirigido por Irán. Gallant ha declarado que el ejército israelí está listo para una "rápida transición a la ofensiva". El primer ministro Benjamin Netanyahu agregó que actualmente Israel enfrenta una guerra en múltiples frentes con Irán y sus aliados.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anticipa que Irán podría lanzar una serie de ataques coordinados a partir del lunes. Esta perspectiva ha llevado al presidente Joe Biden a reunirse con su equipo de seguridad nacional para evaluar la situación y prepararse ante cualquier eventualidad.
Las crecientes tensiones han provocado que el aeropuerto de Teherán cancele varios vuelos entrantes y salientes, destacando las preocupaciones sobre la seguridad de los aviones civiles durante posibles actividades militares.
En un movimiento diplomático, Sergei Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, ha viajado a Teherán para discutir la situación con el gobierno iraní, incluyendo una reunión con el presidente Masoud Pezeshkian. Hasta el momento, no hay indicios de que Rusia esté instando a la moderación en este conflicto.
Funcionarios iraníes han enfatizado que la acción contra Israel es inminente. Ali Bagheri, ministro de Relaciones Exteriores interino, y Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, defendieron que las represalias son necesarias para restablecer la disuasión en la región.
Mientras tanto, el conflicto en Gaza sigue intensificándose. Los informes indican que ataques aéreos israelíes han matado a cinco miembros de la policía de Hamas y causado al menos 30 muertes en un hospital y escuelas. En represalia, Hamas ha lanzado al menos 15 proyectiles hacia Israel, hiriendo a una persona.
La muerte de Haniyeh y las consecuentes represalias se espera que afecten negativamente las conversaciones mediadas internacionalmente para un alto el fuego y la liberación de rehenes, complicando aún más la situación.
La posibilidad de un ataque coordinado de grupos militantes como Hezbollah contra Israel añade una dimensión adicional de tensión a la situación regional, que sigue deteriorándose rápidamente. Ismail Haniyeh, el líder de Hamas asesinado, había sobrevivido a varios intentos de asesinato previos y era visto como una figura clave en las relaciones entre Hamas e Irán.