Irán se encuentra en máxima alerta después de atacar bases aéreas israelíes, incluyendo Nevatim y la sede del Mossad, en respuesta a la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, el 29 de septiembre de 2024. Este movimiento, ordenado por el líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, ha incrementado las tensiones en Medio Oriente, con una posible respuesta militar israelí en el horizonte.
Khamenei, en su primera aparición pública desde el ataque, pidió a los países occidentales que abandonen la región. "El luto por Nasrallah no implica inacción", afirmó, bajo el respaldo de la élite política iraní, que ve la ofensiva como necesaria para restaurar la disuasión y la soberanía de Irán. El ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, enfatizó que los objetivos iraníes fueron estrictamente militares y no civiles.
Araghchi también reveló que Teherán había advertido a EE. UU. sobre el ataque a través de la embajada suiza, destacando un intercambio de mensajes que mostró la gravedad con la que Irán estaba abordando la situación. Los misiles lanzados apuntaron a instalaciones estratégicas como bases aéreas israelíes, en particular la base Nevatim, que alberga aviones F-35, así como la sede del Mossad. Las imágenes difundidas mostraron a líderes de la Guardia Revolucionaria Islámica celebrando los resultados del ataque.
En respuesta, Israel ha iniciado preparativos para posibles represalias, mientras que el presidente del Parlamento iraní, Mohammad Baqir Qalibaf, advirtió que cualquier represalia israelí sería recibida con una respuesta aún más contundente por parte de Irán. Aunque las defensas aéreas iraníes, principalmente suministradas por Rusia, son comparativamente limitadas frente a la capacidad militar israelí, Teherán se mantiene firme en su postura defensiva.
Internamente, el ataque y las posibles represalias han tenido un impacto en la población iraní. El Ministerio de Petróleo anunció que no se planean aumentos en los precios de la gasolina, un tema delicado debido a la inflación y las sanciones que han afectado al país. Además, se han cancelado todos los vuelos comerciales dentro y fuera del espacio aéreo iraní para evitar riesgos adicionales.
Uno de los puntos críticos es la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes, especialmente Fordow, cerca de Qom, una instalación subterránea de enriquecimiento de uranio. Un ataque israelí a este sitio podría intensificar aún más las tensiones y reavivar el debate interno sobre la necesidad de que Irán adquiera armas nucleares.
En el ámbito internacional, Irán planea defender sus acciones en una próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando que su ataque fue legítimo bajo la Carta de la ONU. El ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, ha instado a Europa a contener a Israel para evitar una guerra a gran escala en la región, lo que subraya la creciente preocupación mundial sobre el conflicto.