El ambicioso proyecto, conocido como Krafla Magma Testbed (KMT), se centra en la perforación de una cámara de magma situada a aproximadamente un kilómetro y medio bajo la superficie en el norte de Islandia. Este proyecto representa un esfuerzo sin precedentes para acceder directamente a una de las fuentes de energía más poderosas y menos comprendidas de nuestro planeta: el magma.
Los investigadores islandeses, liderados por el equipo de KMT, han identificado el volcán Krafla como el sitio ideal para su experimento. Este volcán, conocido por su magma antiguo y viscoso, ofrece un entorno relativamente seguro para la perforación, minimizando el riesgo de una erupción inesperada. Además, la proximidad del volcán a la superficie terrestre lo convierte en un candidato accesible para la perforación.
El objetivo principal del proyecto es doble. Por un lado, se busca obtener una comprensión más profunda de los procesos volcánicos, estudiando directamente la composición y el comportamiento del magma. Por otro lado, el KMT aspira a revolucionar la energía geotérmica, aprovechando el calor extremo del magma para generar electricidad de manera más eficiente y potencialmente ilimitada.
La iniciativa no está exenta de desafíos técnicos y financieros. La perforación en un entorno tan extremo requiere de tecnología avanzada y soluciones ingeniosas para proteger el equipo y obtener datos precisos. Además, el proyecto necesita una inversión significativa, estimada en alrededor de 100 millones de dólares, para llevar a cabo la perforación y establecer un centro de investigación en el sitio.