La ya complicada relación entre Israel e Irán ha llegado a un punto crítico tras la muerte de Ismail Haniyeh, líder político de Hamas, en un atentado en Teherán el 31 de julio de 2024. En respuesta, Irán ha prometido una reacción "apropiada y disuasoria". La comunidad internacional, temerosa de una escalada, observa con preocupación las maniobras militares y los preparativos de ambas naciones.
En un movimiento significativo, la Casa Blanca ha ordenado el despliegue del submarino de misiles guiados USS Georgia en el Medio Oriente, con el propósito de estar preparados ante eventuales acciones de Irán. Además, el portaaviones USS Abraham Lincoln, equipado con aviones de combate F-35, ha acelerado su rumbo hacia el Golfo Pérsico, aumentando así la presencia militar estadounidense en la región.
Israel también se prepara para un eventual conflicto. El Mayor General Tomer Bar, comandante de la Fuerza Aérea israelí, ha prohibido a los oficiales de carrera viajar al extranjero. Adicionalmente, se han habilitado refugios antiaéreos en la ciudad de Haifa capaces de albergar a decenas de miles de ciudadanos.
Fuentes de inteligencia israelíes han informado que Irán se encuentra listo para ejecutar un ataque directo en respuesta a la muerte de Haniyeh. Este ataque podría coincidir con unas negociaciones de un cese al fuego en Gaza. De igual forma, se anticipa que Hezbollah, aliado cercano de Irán, podría realizar un ataque inicial en represalia por la muerte de uno de sus comandantes en Beirut, seguido de un ataque directo iraní.
A nivel internacional, líderes de Francia, Alemania y el Reino Unido han pedido a Irán que no proceda con un ataque que pueda incrementar aún más las tensiones en la región. A pesar de estos llamados a la moderación, Irán ha reafirmado su posición, alegando su derecho a defenderse ante lo que consideran una agresión.
El conflicto en Gaza sigue siendo una crisis humanitaria de grandes proporciones. A partir de octubre de 2023, el conflicto ha dejado aproximadamente 40,000 palestinos muertos, contribuyendo a una catástrofe que ha desplazado a la gran mayoría de la población de Gaza, una región que mide alrededor de 40 km de largo y 11 km de ancho y alberga a 2.3 millones de personas.
El impacto de estas tensiones ha trascendido las fronteras de los países involucrados. Varias aerolíneas internacionales han cancelado sus vuelos a la región en vista de la creciente tensión; Lufthansa ha extendido la suspensión de sus vuelos hasta el 21 de agosto.
La situación es extremadamente volátil y suscita grandes preocupaciones respecto a una posible escalada militar inminente. Tanto las decisiones de Irán como las reacciones de Israel en los próximos días serán determinantes mientras se realizan esfuerzos diplomáticos para evitar un conflicto mayor. La ciudad de Gaza, de unos 40 km de largo y 11 km de ancho, alberga una de las mayores densidades de población del mundo, con 2.3 millones de personas viviendo en esta estrecha franja de tierra.