La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente a JN.1, una subvariante del coronavirus, como una variante de interés. Esta clasificación se debe a su rápida propagación, habiendo constituido aproximadamente el 3% de todos los casos de coronavirus a principios de noviembre, pero aumentando al 27.1% un mes después a nivel global. La OMS anticipa que la emergencia de JN.1 podría causar un incremento en los casos, especialmente en países que están experimentando el invierno.
JN.1, reportada por primera vez en agosto, evolucionó de la variante BA.2.86, descendiente de ómicron, la variante del coronavirus que causó estragos a principios de 2022. BA.2.86 no se propagó ampliamente, pero preocupó a los expertos debido a sus docenas de mutaciones en la proteína espiga. JN.1 es muy similar, con una mutación adicional en la proteína espiga. Esta proteína actúa como una llave para entrar en una célula, y las vacunas entrenan al cuerpo para reforzar las cerraduras. Cuando la proteína espiga se transforma en un adversario mucho más diferente, es más difícil para los anticuerpos neutralizantes reconocerlo y combatirlo. Sin embargo, estos anticuerpos son solo la primera línea de defensa, y otras partes del sistema inmunológico aún pueden combatir el virus y reducir la gravedad de la infección.
Jesse Bloom, biólogo computacional que monitorea variantes de coronavirus en el Fred Hutchinson Cancer Center en Seattle, mencionó que es demasiado pronto para decir si JN.1 causará aumentos en las infecciones y hospitalizaciones. “En el pasado, las nuevas variantes a menudo aumentaron los casos y hospitalizaciones”, escribió Bloom en un correo electrónico. “Pero ahora hay mucha más inmunidad en la población debido a infecciones previas y vacunaciones, por lo que no está claro si JN.1 tendrá un impacto similar”.
La OMS no espera que JN.1 traiga un riesgo adicional significativo para la salud pública basándose en la evidencia disponible. Su evaluación general del riesgo de la variante es “baja”. “Aunque hay un rápido aumento en las infecciones por JN.1, y probable aumento en casos, la evidencia limitada disponible no sugiere que la gravedad de la enfermedad asociada sea mayor”, indicó la OMS.
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