La identidad fraudulenta de José Eduardo Franco dos Reis, quien se hacía llamar Edward Albert Lancelot Dodd Canterbury Caterham Wickfield, quedó en evidencia en octubre de 2024. El engaño fue descubierto cuando Dos Reis, haciéndose pasar por Wickfield, asistió a una oficina gubernamental en São Paulo para renovar su cédula de identidad. Durante el procedimiento, el número de registro de su certificado de nacimiento reveló su verdadero nombre, vinculado a un hombre nacido en Brasil.
La investigación demuestra que el uso de la identidad falsa comenzó a principios de la década de 1980, cuando Dos Reis falsificó su certificado de nacimiento y se inscribió en la Facultad de Derecho de la prestigiosa Universidad de São Paulo. Bajo su nueva identidad, logró ser nombrado juez en 1995 y desempeñó funciones en el sistema judicial brasileño durante 23 años hasta su jubilación en 2018. Durante este tiempo, defendió una identidad ficticia, afirmando ser hijo de aristócratas británicos y criado en el Reino Unido hasta los 25 años.
Posterior al descubrimiento del fraude, al ser interrogado por las autoridades, Dos Reis alegó que Wickfield era, en realidad, su hermano gemelo, supuestamente adoptado por una prestigiosa familia británica. Sin embargo, no presentó documentos ni pruebas para sustentar estas declaraciones.
Las autoridades lo han imputado por fraude de identidad y uso de documentos falsos. Hasta el momento, no se ha logrado localizarlo para citarlo formalmente ante el tribunal. En respuesta, el tribunal de São Paulo tomó medidas inmediatas en febrero de 2025, suspendiendo los pagos de pensión que Dos Reis/Wickfield recibía como juez retirado. En ese momento, el monto de su pensión ascendía a R$166,413.94, el equivalente a más de $28,000 estadounidenses.
El incidente ha generado un fuerte impacto en la sociedad brasileña y ha puesto en tela de juicio los controles del sistema que permitieron la duración de este engaño. Lo especialmente llamativo del caso es el nombre inventado, cuya extensión e inusual contexto llamaron la atención de la opinión pública. A pesar del descubrimiento, las autoridades enfrentan obstáculos para llevar a Dos Reis ante la justicia, ya que su actual paradero es desconocido.
El extravagante nombre falso de Edward Albert Lancelot Dodd Canterbury Caterham Wickfield llamó la atención no solo por su largueza, sino porque combina referencias que evocan títulos de novelas británicas y nombres de la aristocracia inglesa, detalles que posiblemente ayudaron a cimentar el engaño durante años.