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Keniano Acusado de Asesinar a 42 Mujeres Escapa de la Custodia Policial

Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años, sospechoso de asesinar a 42 mujeres, escapó junto con 12 detenidos de una celda policial en Nairobi, Kenia. La fuga ha generado una amplia investigación debido a sospechas de complicidad interna.

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Keniano Acusado de Asesinar a 42 Mujeres Escapa de la Custodia Policial

Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años, sospechoso de asesinar a 42 mujeres, escapó junto con 12 detenidos de una celda policial en Nairobi, Kenia. La fuga ha generado una amplia investigación debido a sospechas de complicidad interna.

"Cualquier persona culpable enfrentará consecuencias legales"

- Advirtió Gilbert Masengeli, inspector general de policía interino de Kenia.

21/8/2024

El pasado 20 de agosto de 2024, se reportó una fuga masiva en una celda policial en Nairobi, Kenia, que incluyó al presunto asesino en serie Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años. Khalusha, detenido el 15 de julio, es acusado de haber asesinado y desmembrado a 42 mujeres en un periodo de dos años, entre ellas su esposa, supuesta primera víctima.

La fuga fue descubierta alrededor de las 5 a.m. hora local durante una visita rutinaria de los oficiales para servir el desayuno. Los detenidos lograron escapar cortando una malla de seguridad en el área conocida como "basking bay", una sección diseñada para que los reclusos accedan al aire libre. La estación de policía se encuentra en el distrito de Gigiri, una zona de alto nivel en Nairobi que alberga la sede regional de las Naciones Unidas y varias embajadas.

Como consecuencia inmediata de la fuga, ocho oficiales, incluido el jefe de la estación, fueron arrestados bajo la sospecha de haber facilitado la fuga. Gilbert Masengeli, inspector general interino de la policía, declaró que cualquier persona encontrada culpable de colaborar en la fuga enfrentará consecuencias legales severas.

El pasado 16 de agosto, Khalusha fue presentado ante el tribunal donde un magistrado ordenó su detención por 30 días adicionales para permitir a la policía completar las investigaciones. La decisión del magistrado se basó en la gravedad de las acusaciones, habiéndose encontrado los cuerpos desmembrados de al menos 10 mujeres en bolsas de plástico en un vertedero en el barrio Mukuru, apenas a 100 metros de una estación de policía. Este hallazgo ha desatado una ola de críticas hacia las fuerzas del orden kenianas, señaladas por su supuesta ineficacia y posibles implicaciones en asesinatos extrajudiciales.

Organizaciones de derechos humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia han puesto el foco en las circunstancias que rodean los asesinatos y la respuesta policial. Khalusha ha sido descrito por las autoridades como un "vampiro, un psicópata". Sin embargo, su abogado ha alegado que la confesión del imputado fue obtenida bajo tortura, alegación que ha sido refutada por la fiscalía.

La fuga ha intensificado la presión sobre las autoridades de Kenia para abordar las deficiencias en su sistema judicial y policial, y asegurar que los responsables de facilitar la fuga sean llevados ante la justicia. La estación de policía de Gigiri, de donde escaparon los detenidos, se encuentra en una de las áreas más vigiladas de Nairobi, hogar de importantes oficinas internacionales y embajadas.

Algo Curioso

"Cualquier persona culpable enfrentará consecuencias legales"

- Advirtió Gilbert Masengeli, inspector general de policía interino de Kenia.

Aug 21, 2024
Colglobal News

El pasado 20 de agosto de 2024, se reportó una fuga masiva en una celda policial en Nairobi, Kenia, que incluyó al presunto asesino en serie Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años. Khalusha, detenido el 15 de julio, es acusado de haber asesinado y desmembrado a 42 mujeres en un periodo de dos años, entre ellas su esposa, supuesta primera víctima.

La fuga fue descubierta alrededor de las 5 a.m. hora local durante una visita rutinaria de los oficiales para servir el desayuno. Los detenidos lograron escapar cortando una malla de seguridad en el área conocida como "basking bay", una sección diseñada para que los reclusos accedan al aire libre. La estación de policía se encuentra en el distrito de Gigiri, una zona de alto nivel en Nairobi que alberga la sede regional de las Naciones Unidas y varias embajadas.

Como consecuencia inmediata de la fuga, ocho oficiales, incluido el jefe de la estación, fueron arrestados bajo la sospecha de haber facilitado la fuga. Gilbert Masengeli, inspector general interino de la policía, declaró que cualquier persona encontrada culpable de colaborar en la fuga enfrentará consecuencias legales severas.

El pasado 16 de agosto, Khalusha fue presentado ante el tribunal donde un magistrado ordenó su detención por 30 días adicionales para permitir a la policía completar las investigaciones. La decisión del magistrado se basó en la gravedad de las acusaciones, habiéndose encontrado los cuerpos desmembrados de al menos 10 mujeres en bolsas de plástico en un vertedero en el barrio Mukuru, apenas a 100 metros de una estación de policía. Este hallazgo ha desatado una ola de críticas hacia las fuerzas del orden kenianas, señaladas por su supuesta ineficacia y posibles implicaciones en asesinatos extrajudiciales.

Organizaciones de derechos humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia han puesto el foco en las circunstancias que rodean los asesinatos y la respuesta policial. Khalusha ha sido descrito por las autoridades como un "vampiro, un psicópata". Sin embargo, su abogado ha alegado que la confesión del imputado fue obtenida bajo tortura, alegación que ha sido refutada por la fiscalía.

La fuga ha intensificado la presión sobre las autoridades de Kenia para abordar las deficiencias en su sistema judicial y policial, y asegurar que los responsables de facilitar la fuga sean llevados ante la justicia. La estación de policía de Gigiri, de donde escaparon los detenidos, se encuentra en una de las áreas más vigiladas de Nairobi, hogar de importantes oficinas internacionales y embajadas.

El pasado 20 de agosto de 2024, se reportó una fuga masiva en una celda policial en Nairobi, Kenia, que incluyó al presunto asesino en serie Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años. Khalusha, detenido el 15 de julio, es acusado de haber asesinado y desmembrado a 42 mujeres en un periodo de dos años, entre ellas su esposa, supuesta primera víctima.

La fuga fue descubierta alrededor de las 5 a.m. hora local durante una visita rutinaria de los oficiales para servir el desayuno. Los detenidos lograron escapar cortando una malla de seguridad en el área conocida como "basking bay", una sección diseñada para que los reclusos accedan al aire libre. La estación de policía se encuentra en el distrito de Gigiri, una zona de alto nivel en Nairobi que alberga la sede regional de las Naciones Unidas y varias embajadas.

Como consecuencia inmediata de la fuga, ocho oficiales, incluido el jefe de la estación, fueron arrestados bajo la sospecha de haber facilitado la fuga. Gilbert Masengeli, inspector general interino de la policía, declaró que cualquier persona encontrada culpable de colaborar en la fuga enfrentará consecuencias legales severas.

El pasado 16 de agosto, Khalusha fue presentado ante el tribunal donde un magistrado ordenó su detención por 30 días adicionales para permitir a la policía completar las investigaciones. La decisión del magistrado se basó en la gravedad de las acusaciones, habiéndose encontrado los cuerpos desmembrados de al menos 10 mujeres en bolsas de plástico en un vertedero en el barrio Mukuru, apenas a 100 metros de una estación de policía. Este hallazgo ha desatado una ola de críticas hacia las fuerzas del orden kenianas, señaladas por su supuesta ineficacia y posibles implicaciones en asesinatos extrajudiciales.

Organizaciones de derechos humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia han puesto el foco en las circunstancias que rodean los asesinatos y la respuesta policial. Khalusha ha sido descrito por las autoridades como un "vampiro, un psicópata". Sin embargo, su abogado ha alegado que la confesión del imputado fue obtenida bajo tortura, alegación que ha sido refutada por la fiscalía.

La fuga ha intensificado la presión sobre las autoridades de Kenia para abordar las deficiencias en su sistema judicial y policial, y asegurar que los responsables de facilitar la fuga sean llevados ante la justicia. La estación de policía de Gigiri, de donde escaparon los detenidos, se encuentra en una de las áreas más vigiladas de Nairobi, hogar de importantes oficinas internacionales y embajadas.

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