La OMS ha declarado una emergencia internacional de salud pública en respuesta al creciente brote de mpox (viruela símica) que está afectando severamente a varios países africanos, particularmente a la República Democrática del Congo (RDC). Desde comienzos del año, se han documentado más de 18,700 casos y más de 500 muertes debido a la enfermedad, cifras que ya superan las del total del año anterior. La viruela símica fue detectada por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo. Desde entonces, se ha mantenido como un problema de salud endémico en varias regiones africanas, aunque los picos recientes en los casos muestran una preocupante tendencia ascendente.
En respuesta a esta situación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC África) han declarado una emergencia de salud pública a nivel continental. Esta iniciativa subraya la seriedad del brote y la necesidad de una intervención inmediata y coordinada.
Los expertos en salud han advertido sobre las posibles consecuencias globales si no se muestra solidaridad con los países africanos en la lucha contra el mpox. La falta de asistencia podría incrementar el riesgo de aparición de nuevas variantes del virus que no sólo afectarían a África, sino que también podrían extenderse a otras regiones del mundo.
El Dr. Ebere Okereke destacó que esta crisis representa una prueba crítica para los sistemas de salud globales post-pandemia y subraya la necesidad de equidad en el acceso a tratamientos. Esta perspectiva cuestiona la suficiencia y eficacia de las respuestas internacionales dadas hasta ahora.
A pesar de que el mpox es endémico en varios países africanos, la respuesta internacional ha sido inadecuada hasta que el brote comenzó a generar preocupación en naciones más ricas. Nick Dearden, director de Global Justice Now, criticó la inequidad en el acceso a medicamentos y vacunas, sugiriendo que las corporaciones farmacéuticas están priorizando sus ganancias por sobre la salud pública. Las declaraciones de Dearden resaltan una crítica persistente sobre cómo las dinámicas económicas influyen en las prioridades globales de salud.
Como parte de los esfuerzos para contener el brote, Estados Unidos ha anunciado la donación de 50,000 dosis de la vacuna Jynneos contra el mpox a la RDC. Sin embargo, los líderes de salud africanos han subrayado repetidamente la urgencia de establecer una cadena de suministro sostenible y fomentar la producción de vacunas dentro del continente para manejar efectivamente futuros brotes.
La situación actual exige no solo donaciones de vacunas, sino también el desarrollo de infraestructuras de salud pública robustas y autosuficientes en África. El aumento en la producción local de vacunas, medicamentos y otros suministros médicos es necesario para que el continente pueda responder adecuadamente a emergencias de salud pública, ahora y en el futuro. Por lo tanto, mientras se agradecen las donaciones internacionales, se enfatiza la importancia de una colaboración que refuerce la capacidad local de producción y distribución de recursos médicos.
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