La reciente documentación presentada por la ONU y diversas instituciones ha puesto en el centro de atención una serie de acciones llevadas a cabo por las fuerzas israelíes en Gaza, las cuales han sido catalogadas por la Comisión de Investigación del organismo internacional como "actos genocidas". El informe resalta la destrucción deliberada de instalaciones de salud reproductiva, incluyendo maternidades y centros de fertilidad, en medio del conflicto que sigue asolando la región.
Uno de los ejemplos más impactantes de dicha destrucción es el ataque con proyectiles de gran calibre al centro de fertilidad Al-Basma, que resultó en la pérdida de aproximadamente 4,000 embriones y 1,000 muestras de esperma y óvulos no fertilizados. Este hecho ha sido considerado por la ONU como una agresión directa a la capacidad reproductiva de la población palestina en Gaza. Desde el inicio del conflicto, más de 48,520 personas han perdido la vida, de las cuales el 33% son mujeres y niñas, según revela la investigación. Esto subraya el efecto devastador sobre las mujeres y su salud, particularmente aquellas que requieren atención relacionada con el embarazo y el parto, servicios que han sido gravemente afectados por la destrucción de la infraestructura sanitaria.
Además, el informe puntualiza un patrón de violencia sexual y de género, en el que se incluyen prácticas como el estripamiento forzado, el acoso sexual y las agresiones. La Comisión acusa a las fuerzas de seguridad israelíes de emplear estas tácticas como parte de su estrategia de guerra, incrementando la vulnerabilidad y opresión de las mujeres palestinas. A pesar de las reiteradas solicitudes de la ONU hacia las autoridades israelíes para obtener información acerca de las denuncias específicas, el gobierno encabezado por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha desestimado las acusaciones, calificando a la organización como un ente parcializado.
En Gaza, las condiciones de vida siguen deteriorándose al límite. Cerca del 70% de las construcciones han sido dañadas o destruidas, mientras los servicios básicos de salud, suministro de agua y saneamiento se encuentran colapsados. La falta de acceso a atención médica ha agravado las complicaciones en mujeres embarazadas, quienes enfrentan múltiples riesgos sin los cuidados necesarios.
Este escenario tiene como contexto los ataques perpetrados por Hamas el 7 de octubre de 2023, que resultaron en la muerte de 1,250 personas en Israel, además de la captura de más de 250 rehenes. Posteriormente, Israel intensificó su campaña militar en Gaza, causando un gran número de bajas civiles y destruyendo sistemáticamente infraestructuras esenciales.
La Comisión de la ONU subraya que las consecuencias de estas acciones trascienden lo inmediato, afectando aspectos fundamentales como el derecho a la salud y la posibilidad de reproducción de la población palestina en Gaza, lo que ha sido señalado como un factor crucial dentro de su dictamen sobre posibles actos genocidas.
El centro de fertilidad Al-Basma, destruido durante los ataques, era uno de los pocos lugares en Gaza dedicado al almacenamiento de embriones humanos, un recurso vital en un contexto de alta demanda y limitadísimas condiciones para tratamientos de fertilidad.