En junio de 2024, Kazajistán recibió a siete caballos de Przewalski, marcando su reintroducción después de 200 años de ausencia. Estos caballos, conocidos por ser la única especie de caballos verdaderamente salvajes, fueron transportados en avión desde Berlín y Praga. Los equinos, cuatro yeguas de Berlín y un semental acompañado de dos yeguas de Praga, fueron introducidos en las estepas kazajas como parte de un esfuerzo para restaurar este ecosistema, que había sufrido una notable degradación en la vida silvestre tras la caída de la Unión Soviética.
Estos caballos desempeñan un papel esencial en el mantenimiento del ecosistema gracias a sus hábitos de pastoreo y excavación. Su presencia ayuda a mantener el paisaje resistente al fuego y promueve la diversidad vegetal. Se espera que en los próximos cinco años se introduzcan docenas más de estos caballos, con la esperanza de que se reproduzcan de manera autónoma y contribuyan aún más al equilibrio ecológico de la región.
Durante las primeras dos semanas post-reintroducción, los caballos están siendo monitoreados las 24 horas por un equipo de investigadores y veterinarios con amplia experiencia. Posteriormente, serán supervisados diariamente por cuidadores encargados de su bienestar. Este cuidado intensivo es crucial para asegurar la adaptación y la supervivencia de los caballos a su nuevo entorno.
El proyecto es una colaboración internacional que involucra al comité forestal y de vida silvestre del gobierno kazajo, el zoológico de Praga, el zoológico Tierpark Berlin, la Sociedad Zoológica de Frankfurt y la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad de Kazajistán. Este esfuerzo conjunto subraya la importancia de la cooperación global en la preservación de especies en peligro de extinción.