Un estudio publicado en la revista Nature este martes (1 de noviembre de 2022) ha revelado que las ballenas azules están absorbiendo hasta 10 millones de trozos de microplásticos al día, un impacto inesperadamente alto de la contaminación en estos mamíferos.
Los investigadores han etiquetado a 191 ballenas azules, de aleta y jorobadas que viven frente a las costas de California (EE. UU.), para seguir sus movimientos y calcular cuánto microplástico ingieren.
Según los datos recopilados, las ballenas se alimentan principalmente a profundidades entre 50 y 250 metros, justo donde se encuentra «la mayor concentración de microplásticos en la columna de agua», según Shirel Kahane-Rapport, investigadora de la Universidad Estatal de California.
Los investigadores han calculado cuántos bocados diarios dan las ballenas, su tamaño y lo que filtran, y han elaborado tres escenarios hipotéticos.