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Las Emisiones de CO2 Alcanzan un Nuevo Récord en 2023 a Pesar del Auge de las Renovables

En 2023, las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía alcanzaron niveles récord, llegando a 37.4 mil millones de toneladas, a pesar de la expansión continua de tecnologías limpias como la energía solar, eólica y los vehículos eléctricos.

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Las Emisiones de CO2 Alcanzan un Nuevo Récord en 2023 a Pesar del Auge de las Renovables

En 2023, las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía alcanzaron niveles récord, llegando a 37.4 mil millones de toneladas, a pesar de la expansión continua de tecnologías limpias como la energía solar, eólica y los vehículos eléctricos.

"Lejos de disminuir rápidamente, como se requiere para cumplir con los objetivos climáticos globales del Acuerdo de París, las emisiones de CO2 alcanzaron un nuevo récord"

- Agencia Internacional de Energía (IEA).

1/3/2024

En un reporte publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), se reveló que las emisiones de CO2 derivadas de la energía experimentaron un aumento del 1.1% en 2023, marcando un nuevo máximo histórico con 37.4 mil millones de toneladas. Aunque este crecimiento es menor en comparación con el año anterior, destaca la urgencia de implementar cortes profundos en las emisiones de carbono para evitar un cambio climático descontrolado. Este incremento se atribuye en gran medida al uso intensificado de combustibles fósiles en países donde las sequías restringieron la producción de energía hidroeléctrica, lo que resalta la compleja interacción entre las crisis climáticas y energéticas.

La expansión global de tecnologías limpias, como los paneles solares, turbinas eólicas, energía nuclear y automóviles eléctricos, ha mitigado parcialmente el aumento de las emisiones relacionadas con la energía. Sin estas tecnologías, el incremento registrado en los últimos cinco años habría sido tres veces mayor, superando los 900 millones de toneladas. Este dato subraya la importancia crítica de acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y eficientes.

Las severas sequías en China, Estados Unidos, India y otros países jugaron un papel significativo en el aumento de las emisiones, ya que la reducción en la producción hidroeléctrica obligó a una mayor dependencia de los combustibles fósiles. Sin estos eventos climáticos extremos, las emisiones globales del sector eléctrico habrían disminuido en 2023, lo que indica el potencial de las renovables para liderar una reducción de emisiones en circunstancias más favorables.

Algo Curioso
Las emisiones de CO2 relacionadas con los incendios forestales en 2023 fueron excepcionalmente altas, exacerbadas por una temporada de incendios sin precedentes en Canadá. Estos eventos contribuyeron a un aumento en las emisiones globales de CO2, destacando la interconexión entre los fenómenos climáticos extremos y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un Desafío Climático Agravado: Sequías e Hidroeléctricas

El informe de la IEA destacó que, a pesar del crecimiento en la adopción de tecnologías limpias, el incremento en las emisiones globales de CO2 se debe en gran parte al resurgimiento económico de China tras la pandemia de COVID-19 y el aumento en la demanda de viajes aéreos. En este contexto, China experimentó un aumento del 5.2% en las emisiones de CO2 derivadas de la energía, impulsado por un crecimiento en la demanda energética a medida que el país se recuperaba de los confinamientos relacionados con el COVID-19. Este aumento resalta el desafío de equilibrar la recuperación económica con los objetivos de sostenibilidad ambiental.

Por otro lado, se observó una disminución notable en las emisiones de CO2 en economías avanzadas como los Estados Unidos y la Unión Europea, donde las emisiones de energía cayeron un 4.1% y casi un 9%, respectivamente. Este descenso se atribuye principalmente a un aumento en la generación de energía renovable y una disminución en la generación de energía a partir de carbón y gas. Este cambio hacia fuentes de energía más limpias en las economías avanzadas marca un punto de inflexión importante hacia la descarbonización del sector energético, aunque el panorama global sigue siendo complejo.

Además, el informe señala que, aunque China aumentó sus emisiones, también contribuyó aproximadamente con el 60% de las adiciones globales de capacidad de energía solar, energía eólica y vehículos eléctricos en 2023. Este dato refleja el papel dual de China como uno de los mayores emisores de CO2 y, simultáneamente, como líder en el despliegue de tecnologías de energía limpia. Esta paradoja subraya la necesidad de políticas energéticas y climáticas coherentes que promuevan una transición energética equitativa y efectiva a nivel global.

El análisis de la IEA también reveló que las sequías extremas contribuyeron aproximadamente al 40% del aumento en las emisiones de CO2, forzando a los países afectados a recurrir a fuentes de energía fósil como alternativa a la hidroelectricidad comprometida. Este fenómeno resalta la vulnerabilidad de los sistemas energéticos a eventos climáticos extremos y la importancia de diversificar las fuentes de energía para mejorar la resiliencia frente al cambio climático.

Impacto Divergente: Avances y Retrocesos Regionales en Emisiones

Las implicaciones de este récord en las emisiones globales de CO2 son significativas y multifacéticas. A nivel mundial, las emisiones de CO2 derivadas de la energía alcanzaron los 37.4 mil millones de toneladas en 2023, un aumento del 1.1% respecto al año anterior. Este crecimiento, aunque más lento en comparación con el aumento del 1.3% en 2022, subraya la persistente dependencia de la economía global en los combustibles fósiles. La demanda de carbón, petróleo y gas natural continúa siendo un motor clave detrás de este incremento, a pesar de los esfuerzos por transitar hacia fuentes de energía más limpias.

En contraste, la capacidad de generación de energía renovable mostró un crecimiento impresionante, estableciendo un nuevo récord con adiciones previstas de más de 500 gigavatios en 2023. Este avance es testimonio del potencial de las energías renovables para contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de carbono. Sin embargo, la dependencia en la hidroelectricidad expuso vulnerabilidades críticas en el sistema energético global, particularmente en regiones afectadas por severas sequías que limitaron la producción hidroeléctrica y obligaron a un mayor uso de combustibles fósiles.

"Lejos de disminuir rápidamente, como se requiere para cumplir con los objetivos climáticos globales del Acuerdo de París, las emisiones de CO2 alcanzaron un nuevo récord"

- Agencia Internacional de Energía (IEA).

Mar 1, 2024
Colglobal News

En un reporte publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), se reveló que las emisiones de CO2 derivadas de la energía experimentaron un aumento del 1.1% en 2023, marcando un nuevo máximo histórico con 37.4 mil millones de toneladas. Aunque este crecimiento es menor en comparación con el año anterior, destaca la urgencia de implementar cortes profundos en las emisiones de carbono para evitar un cambio climático descontrolado. Este incremento se atribuye en gran medida al uso intensificado de combustibles fósiles en países donde las sequías restringieron la producción de energía hidroeléctrica, lo que resalta la compleja interacción entre las crisis climáticas y energéticas.

La expansión global de tecnologías limpias, como los paneles solares, turbinas eólicas, energía nuclear y automóviles eléctricos, ha mitigado parcialmente el aumento de las emisiones relacionadas con la energía. Sin estas tecnologías, el incremento registrado en los últimos cinco años habría sido tres veces mayor, superando los 900 millones de toneladas. Este dato subraya la importancia crítica de acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y eficientes.

Las severas sequías en China, Estados Unidos, India y otros países jugaron un papel significativo en el aumento de las emisiones, ya que la reducción en la producción hidroeléctrica obligó a una mayor dependencia de los combustibles fósiles. Sin estos eventos climáticos extremos, las emisiones globales del sector eléctrico habrían disminuido en 2023, lo que indica el potencial de las renovables para liderar una reducción de emisiones en circunstancias más favorables.

En un reporte publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), se reveló que las emisiones de CO2 derivadas de la energía experimentaron un aumento del 1.1% en 2023, marcando un nuevo máximo histórico con 37.4 mil millones de toneladas. Aunque este crecimiento es menor en comparación con el año anterior, destaca la urgencia de implementar cortes profundos en las emisiones de carbono para evitar un cambio climático descontrolado. Este incremento se atribuye en gran medida al uso intensificado de combustibles fósiles en países donde las sequías restringieron la producción de energía hidroeléctrica, lo que resalta la compleja interacción entre las crisis climáticas y energéticas.

La expansión global de tecnologías limpias, como los paneles solares, turbinas eólicas, energía nuclear y automóviles eléctricos, ha mitigado parcialmente el aumento de las emisiones relacionadas con la energía. Sin estas tecnologías, el incremento registrado en los últimos cinco años habría sido tres veces mayor, superando los 900 millones de toneladas. Este dato subraya la importancia crítica de acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y eficientes.

Las severas sequías en China, Estados Unidos, India y otros países jugaron un papel significativo en el aumento de las emisiones, ya que la reducción en la producción hidroeléctrica obligó a una mayor dependencia de los combustibles fósiles. Sin estos eventos climáticos extremos, las emisiones globales del sector eléctrico habrían disminuido en 2023, lo que indica el potencial de las renovables para liderar una reducción de emisiones en circunstancias más favorables.

Algo Curioso
Las emisiones de CO2 relacionadas con los incendios forestales en 2023 fueron excepcionalmente altas, exacerbadas por una temporada de incendios sin precedentes en Canadá. Estos eventos contribuyeron a un aumento en las emisiones globales de CO2, destacando la interconexión entre los fenómenos climáticos extremos y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un Desafío Climático Agravado: Sequías e Hidroeléctricas

El informe de la IEA destacó que, a pesar del crecimiento en la adopción de tecnologías limpias, el incremento en las emisiones globales de CO2 se debe en gran parte al resurgimiento económico de China tras la pandemia de COVID-19 y el aumento en la demanda de viajes aéreos. En este contexto, China experimentó un aumento del 5.2% en las emisiones de CO2 derivadas de la energía, impulsado por un crecimiento en la demanda energética a medida que el país se recuperaba de los confinamientos relacionados con el COVID-19. Este aumento resalta el desafío de equilibrar la recuperación económica con los objetivos de sostenibilidad ambiental.

Por otro lado, se observó una disminución notable en las emisiones de CO2 en economías avanzadas como los Estados Unidos y la Unión Europea, donde las emisiones de energía cayeron un 4.1% y casi un 9%, respectivamente. Este descenso se atribuye principalmente a un aumento en la generación de energía renovable y una disminución en la generación de energía a partir de carbón y gas. Este cambio hacia fuentes de energía más limpias en las economías avanzadas marca un punto de inflexión importante hacia la descarbonización del sector energético, aunque el panorama global sigue siendo complejo.

Además, el informe señala que, aunque China aumentó sus emisiones, también contribuyó aproximadamente con el 60% de las adiciones globales de capacidad de energía solar, energía eólica y vehículos eléctricos en 2023. Este dato refleja el papel dual de China como uno de los mayores emisores de CO2 y, simultáneamente, como líder en el despliegue de tecnologías de energía limpia. Esta paradoja subraya la necesidad de políticas energéticas y climáticas coherentes que promuevan una transición energética equitativa y efectiva a nivel global.

El análisis de la IEA también reveló que las sequías extremas contribuyeron aproximadamente al 40% del aumento en las emisiones de CO2, forzando a los países afectados a recurrir a fuentes de energía fósil como alternativa a la hidroelectricidad comprometida. Este fenómeno resalta la vulnerabilidad de los sistemas energéticos a eventos climáticos extremos y la importancia de diversificar las fuentes de energía para mejorar la resiliencia frente al cambio climático.

Impacto Divergente: Avances y Retrocesos Regionales en Emisiones

Las implicaciones de este récord en las emisiones globales de CO2 son significativas y multifacéticas. A nivel mundial, las emisiones de CO2 derivadas de la energía alcanzaron los 37.4 mil millones de toneladas en 2023, un aumento del 1.1% respecto al año anterior. Este crecimiento, aunque más lento en comparación con el aumento del 1.3% en 2022, subraya la persistente dependencia de la economía global en los combustibles fósiles. La demanda de carbón, petróleo y gas natural continúa siendo un motor clave detrás de este incremento, a pesar de los esfuerzos por transitar hacia fuentes de energía más limpias.

En contraste, la capacidad de generación de energía renovable mostró un crecimiento impresionante, estableciendo un nuevo récord con adiciones previstas de más de 500 gigavatios en 2023. Este avance es testimonio del potencial de las energías renovables para contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de carbono. Sin embargo, la dependencia en la hidroelectricidad expuso vulnerabilidades críticas en el sistema energético global, particularmente en regiones afectadas por severas sequías que limitaron la producción hidroeléctrica y obligaron a un mayor uso de combustibles fósiles.

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