El 20 de agosto de 2024, Charlie, el elefante de 42 años que había pasado la mayor parte de su vida en cautiverio, fue liberado y trasladado a la Reserva Privada Shambala en la provincia de Limpopo, Sudáfrica. Charlie nació en 1982 y fue capturado en el Parque Nacional Hwange de Zimbabue a la edad de dos años. Posteriormente, en 1984, fue transferido al Boswell Wilkie Circus en Sudáfrica, donde fue entrenado para realizar trucos.
En 2001, Charlie fue llevado al Zoológico Nacional de Sudáfrica en Pretoria. Durante su tiempo en el zoológico, Charlie experimentó la muerte de tres compañeros elefantes y de su propio ternero, que falleció en 2011 a las pocas semanas de vida. La muerte de su última compañera, Landa, en 2020, lo dejó viviendo solo durante varios años.
Las organizaciones de bienestar animal, entre ellas la EMS Foundation y el Pro Elephant Network (PREN), habían estado trabajando durante años para asegurar la liberación de Charlie, presentando evidencia científica del sufrimiento que los elefantes padecen en cautiverio. Finalmente, sus esfuerzos dieron frutos cuando Charlie fue trasladado a la Reserva Privada Shambala, que abarca 10,000 hectáreas y donde se espera que se reintegre a una población de elefantes salvajes.
La salud física y el comportamiento de Charlie habían mostrado un deterioro durante su estancia en el zoológico, lo cual fue un factor determinante para su liberación. Como parte de su proceso de adaptación, será supervisado por un equipo de veterinarios y expertos en comportamiento animal que implementarán un programa de rehabilitación y alimentación diseñado para ayudarlo a adaptarse a su nuevo entorno.
El Zoológico Nacional de Sudáfrica en Pretoria también ha cerrado permanentemente su exhibición de elefantes, marcando una postura significativa sobre el bienestar animal. Este evento subraya la importancia del bienestar de los elefantes en cautiverio y resalta la necesidad de su reintegración en la vida salvaje.
Actualmente, en Sudáfrica hay más de 25,000 elefantes salvajes, aunque enfrentan amenazas como la caza furtiva y la pérdida de hábitat. La liberación de Charlie simboliza un compromiso para proteger y respetar a estos majestuosos animales, abriendo un nuevo capítulo en la lucha por los derechos de los animales. Charlie había sido el último elefante en cautiverio del Zoológico Nacional de Sudáfrica, cuya exhibición de elefantes ahora ha sido clausurada de manera permanente como un mensaje enfático sobre el bienestar animal.