Más de 600 personas, específicamente 613 ciudadanos nigerianos, fueron deportados forzosamente de Libia, marcando una de las mayores expulsiones de este país del norte de África hasta la fecha. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó que estos migrantes llegaron a Dirkou, una ciudad desértica en Níger, el pasado fin de semana en un convoy de camiones. Las deportaciones fueron el resultado de una serie de redadas de trabajadores migrantes llevadas a cabo por las autoridades libias en el último mes.
Azizou Chehou, de la organización benéfica Alarm Phone Sahara, señaló que esta expulsión es especialmente notable, ya que la anterior mayor deportación desde Libia involucró a 400 personas en julio. Estas acciones han sido duramente criticadas, ya que se atribuye a algunos países de la Unión Europea (UE) el ignorar las violaciones sistemáticas de derechos humanos en Libia en su afán por reducir el número de migrantes que llegan a Europa. En lo que va de 2024, el Ministerio del Interior italiano reportó que 66,317 personas llegaron a Italia, menos de la mitad que en 2023.
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Chehou también describió el viaje a través del Sahara como "peligroso y traumático", subrayando las duras condiciones invernales en el desierto, donde los migrantes fueron transportados en condiciones precarias. Jalel Harchaoui, especialista en Libia, indicó que la redada y expulsión de trabajadores extranjeros es una práctica tradicional en el sur de Libia, pero esta vez llama la atención debido al gran número de personas deportadas de una sola vez. Sin embargo, no ha habido anuncios oficiales ni políticas claras sobre estas acciones, las cuales han sido ejecutadas por las autoridades locales.
Libia ha sido un destino para migrantes de Níger, Malí y Chad, que buscan empleo en sectores como la agricultura, la construcción y el comercio. Algunos migrantes también intentan alcanzar la costa para abordar embarcaciones con destino a Europa. David Yambio, portavoz de Refugees in Libya, apuntó que esta situación refleja la política fronteriza de Europa, que externaliza la expulsión masiva y la muerte a Libia.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha expresado su disposición a apoyar a la OIM en la identificación y asistencia de individuos que puedan necesitar protección internacional. Las organizaciones humanitarias continúan trabajando para brindar apoyo y asistencia a los migrantes que enfrentan estas difíciles circunstancias.