Liz Cheney, excongresista republicana y conocida crítica de Donald Trump, apareció junto a la vicepresidenta Kamala Harris en un evento de campaña en Ripon, Wisconsin, el histórico lugar de nacimiento del Partido Republicano, fundado en 1854. Cheney, quien fue una de las diez republicanas que votaron para el impeachment a Trump tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, destacó la importancia de rechazar la “crueldad de Trump” y alentó a una transición pacífica del poder, subrayando que el comportamiento del expresidente representa una amenaza para la democracia.
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Cheney expresó explícitamente su intención de votar por Harris en las próximas elecciones, marcando un hito significativo en la campaña de Harris, que busca atraer a votantes republicanos que se oponen a Trump. Resaltó que halagará apoyar a Harris, destacando que el rechazo a Trump es más importante que la afiliación política. "Nunca he votado por un demócrata, pero lo haré con orgullo para evitar que Trump ocupe un cargo público nuevamente", afirmó Cheney.
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El endoso de Cheney no es aislado; cuenta con el apoyo de otros republicanos destacados como Cassidy Hutchinson y Adam Kinzinger, quienes también han manifestado sus críticas hacia Trump. La campaña de Harris ha lanzado la iniciativa "Republicanos por Harris", centrándose en estados clave como Wisconsin, que se presentan especialmente competitivos en las encuestas electorales.
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En su discurso, Harris se comprometió a ser una presidenta para todos los estadounidenses, independientemente de sus preferencias políticas, y destacó la importancia de la ley y el orden en una democracia. Este evento en Ripon simboliza un esfuerzo por consolidar una amplia coalición de apoyo bipartidista en un contexto de significativas divisiones políticas.
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Mientras tanto, Donald Trump continuó su propia campaña en un mitin en Michigan el mismo día, donde rechazó las críticas y endosos de Cheney, calificándola como "una perdedora desesperada por relevancia" y reiterando sus afirmaciones infundadas sobre las elecciones de 2020. Trump sigue atrayendo a sus leales seguidores, manteniendo vigente su influencia dentro del Partido Republicano. Sin embargo, la consolidación de figuras republicanas en torno a la campaña de Harris sugiere un retrato más complejo del electorado republicano.
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La campaña de Harris y Cheney en Ripon se erige como una excepción en la política contemporánea de Estados Unidos, uniendo fuerzas de diferentes perspectivas para una meta común: evitar el regreso de Trump al poder. Esta convergencia en el lugar de nacimiento del Partido Republicano añade un simbolismo adicional a su mensaje de unidad y rechazo contra el expresidente.
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El evento atrajo una nutrida concurrencia y la atención de medios nacionales, marcando un punto crucial en una campaña donde cada apoyo cuenta significativamente. Wisconsin, un estado columpio clave, parece ser un campo de batalla central en la búsqueda de la presidencia de 2024, con importantes implicaciones tanto en el resultado electoral como en el futuro del Partido Republicano.