Mundo

Los Ataques Israelíes Dejan Más de 550 Muertos en Líbano: “Hemos Cogido Ropa, Comida para los Niños y Poco Más”, Relatan los Refugiados

El conflicto entre Israel y Hezbollah ha alcanzado niveles alarmantes de violencia con bombardeos masivos en Líbano que han causado al menos 558 muertos y 1,835 heridos, en el marco de una de las jornadas más sangrientas desde la guerra civil libanesa.

Mundo

Los Ataques Israelíes Dejan Más de 550 Muertos en Líbano: “Hemos Cogido Ropa, Comida para los Niños y Poco Más”, Relatan los Refugiados

El conflicto entre Israel y Hezbollah ha alcanzado niveles alarmantes de violencia con bombardeos masivos en Líbano que han causado al menos 558 muertos y 1,835 heridos, en el marco de una de las jornadas más sangrientas desde la guerra civil libanesa.

"La guerra es contra Hezbollah, no contra el pueblo libanés"

- Afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

24/9/2024

Desde el inicio de la intensificación del conflicto en septiembre de 2024, la situación en la región de Medio Oriente ha escalado dramáticamente. Israel ha llevado a cabo una serie de bombardeos masivos en Líbano, resultando en al menos 558 muertos y 1,835 heridos hasta la fecha, cifras que no se habían registrado desde la guerra civil libanesa de 1975-1990. En un solo día de ataques se reportaron 492 muertos, lo que marca el día más mortífero de este enfrentamiento.

Entre los fallecidos se incluyen 94 mujeres y 50 niños, siendo la mayoría de las víctimas registradas en la zona de Tiro, donde un ataque específico resultó en 90 muertes. La magnitud de los ataques no tiene precedentes en la historia reciente de la región, generando una crisis humanitaria en constante deterioro.

En el ámbito militar, Israel declaró haber atacado más de 1,300 objetivos de Hezbollah en un lapso de 24 horas. Los blancos atacados incluyeron lanzaderas de misiles y edificios militares de la milicia. En respuesta, Hezbollah disparó más de 300 cohetes hacia el norte de Israel, alcanzando ciudades importantes como Haifa, Safed y Nazaret, estableciendo un récord de ataques desde el inicio del conflicto.

La violencia ha provocado un desplazamiento masivo de la población. Decenas de miles de libaneses han huido de sus hogares, generando atascos masivos en las carreteras hacia el norte y las montañas del país. Las autoridades israelíes emitieron 80,000 mensajes llamando a la evacuación inmediata del sur de Líbano y del valle de la Bekaa. Las escuelas en Líbano han sido reconfiguradas como refugios improvisados, y el Ministerio de Educación ha suspendido las clases en todo el país, habilitando 87 escuelas para albergar a los desplazados.

La situación humanitaria es crítica, con familias que huyen en condiciones precarias, llevando sólo lo esencial como ropa y comida para los niños. Muchas de estas personas no disponen de vehículos y dependen del apoyo de vecinos para evacuar. Las condiciones en los refugios improvisados son difíciles, con escasez de suministros vitales.

La comunidad internacional ha reaccionado ante esta crisis. El presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó su preocupación por la escalada de violencia y manifestó estar trabajando para calmar la situación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a la desescalada y manifestó su preocupación por la seguridad de los civiles en el sur de Líbano, subrayando la necesidad de proteger a las poblaciones vulnerables.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfatizó que la guerra está dirigida contra Hezbollah y no contra el pueblo libanés, aunque advirtió que cualquier infraestructura militar de Hezbollah será considerada un objetivo legítimo. Netanyahu también adelantó que se han preparado "golpes adicionales" y no descartó la posibilidad de una invasión terrestre si la situación lo exige.

La crisis en Líbano y en el norte de Israel continúa intensificándose sin señales claras de una pronta desescalada, mientras los esfuerzos diplomáticos y humanitarios buscan mitigar el impacto de la violencia constante en las poblaciones civiles.

Algo Curioso
Este conflicto ha generado el mayor desplazamiento de personas en el Líbano desde la guerra civil, subrayando la grave situación humanitaria en curso.

"La guerra es contra Hezbollah, no contra el pueblo libanés"

- Afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Sep 24, 2024
Colglobal News

Desde el inicio de la intensificación del conflicto en septiembre de 2024, la situación en la región de Medio Oriente ha escalado dramáticamente. Israel ha llevado a cabo una serie de bombardeos masivos en Líbano, resultando en al menos 558 muertos y 1,835 heridos hasta la fecha, cifras que no se habían registrado desde la guerra civil libanesa de 1975-1990. En un solo día de ataques se reportaron 492 muertos, lo que marca el día más mortífero de este enfrentamiento.

Entre los fallecidos se incluyen 94 mujeres y 50 niños, siendo la mayoría de las víctimas registradas en la zona de Tiro, donde un ataque específico resultó en 90 muertes. La magnitud de los ataques no tiene precedentes en la historia reciente de la región, generando una crisis humanitaria en constante deterioro.

En el ámbito militar, Israel declaró haber atacado más de 1,300 objetivos de Hezbollah en un lapso de 24 horas. Los blancos atacados incluyeron lanzaderas de misiles y edificios militares de la milicia. En respuesta, Hezbollah disparó más de 300 cohetes hacia el norte de Israel, alcanzando ciudades importantes como Haifa, Safed y Nazaret, estableciendo un récord de ataques desde el inicio del conflicto.

La violencia ha provocado un desplazamiento masivo de la población. Decenas de miles de libaneses han huido de sus hogares, generando atascos masivos en las carreteras hacia el norte y las montañas del país. Las autoridades israelíes emitieron 80,000 mensajes llamando a la evacuación inmediata del sur de Líbano y del valle de la Bekaa. Las escuelas en Líbano han sido reconfiguradas como refugios improvisados, y el Ministerio de Educación ha suspendido las clases en todo el país, habilitando 87 escuelas para albergar a los desplazados.

La situación humanitaria es crítica, con familias que huyen en condiciones precarias, llevando sólo lo esencial como ropa y comida para los niños. Muchas de estas personas no disponen de vehículos y dependen del apoyo de vecinos para evacuar. Las condiciones en los refugios improvisados son difíciles, con escasez de suministros vitales.

La comunidad internacional ha reaccionado ante esta crisis. El presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó su preocupación por la escalada de violencia y manifestó estar trabajando para calmar la situación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a la desescalada y manifestó su preocupación por la seguridad de los civiles en el sur de Líbano, subrayando la necesidad de proteger a las poblaciones vulnerables.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfatizó que la guerra está dirigida contra Hezbollah y no contra el pueblo libanés, aunque advirtió que cualquier infraestructura militar de Hezbollah será considerada un objetivo legítimo. Netanyahu también adelantó que se han preparado "golpes adicionales" y no descartó la posibilidad de una invasión terrestre si la situación lo exige.

La crisis en Líbano y en el norte de Israel continúa intensificándose sin señales claras de una pronta desescalada, mientras los esfuerzos diplomáticos y humanitarios buscan mitigar el impacto de la violencia constante en las poblaciones civiles.

Desde el inicio de la intensificación del conflicto en septiembre de 2024, la situación en la región de Medio Oriente ha escalado dramáticamente. Israel ha llevado a cabo una serie de bombardeos masivos en Líbano, resultando en al menos 558 muertos y 1,835 heridos hasta la fecha, cifras que no se habían registrado desde la guerra civil libanesa de 1975-1990. En un solo día de ataques se reportaron 492 muertos, lo que marca el día más mortífero de este enfrentamiento.

Entre los fallecidos se incluyen 94 mujeres y 50 niños, siendo la mayoría de las víctimas registradas en la zona de Tiro, donde un ataque específico resultó en 90 muertes. La magnitud de los ataques no tiene precedentes en la historia reciente de la región, generando una crisis humanitaria en constante deterioro.

En el ámbito militar, Israel declaró haber atacado más de 1,300 objetivos de Hezbollah en un lapso de 24 horas. Los blancos atacados incluyeron lanzaderas de misiles y edificios militares de la milicia. En respuesta, Hezbollah disparó más de 300 cohetes hacia el norte de Israel, alcanzando ciudades importantes como Haifa, Safed y Nazaret, estableciendo un récord de ataques desde el inicio del conflicto.

La violencia ha provocado un desplazamiento masivo de la población. Decenas de miles de libaneses han huido de sus hogares, generando atascos masivos en las carreteras hacia el norte y las montañas del país. Las autoridades israelíes emitieron 80,000 mensajes llamando a la evacuación inmediata del sur de Líbano y del valle de la Bekaa. Las escuelas en Líbano han sido reconfiguradas como refugios improvisados, y el Ministerio de Educación ha suspendido las clases en todo el país, habilitando 87 escuelas para albergar a los desplazados.

La situación humanitaria es crítica, con familias que huyen en condiciones precarias, llevando sólo lo esencial como ropa y comida para los niños. Muchas de estas personas no disponen de vehículos y dependen del apoyo de vecinos para evacuar. Las condiciones en los refugios improvisados son difíciles, con escasez de suministros vitales.

La comunidad internacional ha reaccionado ante esta crisis. El presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó su preocupación por la escalada de violencia y manifestó estar trabajando para calmar la situación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a la desescalada y manifestó su preocupación por la seguridad de los civiles en el sur de Líbano, subrayando la necesidad de proteger a las poblaciones vulnerables.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfatizó que la guerra está dirigida contra Hezbollah y no contra el pueblo libanés, aunque advirtió que cualquier infraestructura militar de Hezbollah será considerada un objetivo legítimo. Netanyahu también adelantó que se han preparado "golpes adicionales" y no descartó la posibilidad de una invasión terrestre si la situación lo exige.

La crisis en Líbano y en el norte de Israel continúa intensificándose sin señales claras de una pronta desescalada, mientras los esfuerzos diplomáticos y humanitarios buscan mitigar el impacto de la violencia constante en las poblaciones civiles.

Algo Curioso
Este conflicto ha generado el mayor desplazamiento de personas en el Líbano desde la guerra civil, subrayando la grave situación humanitaria en curso.

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa