La reciente partida de tres pandas gigantes del Zoológico Nacional Smithsonian en Washington no es solo un evento zoológico, sino un símbolo de las cambiantes dinámicas en las relaciones entre Estados Unidos y China. Estos pandas, que han sido una atracción popular y un emblema de la diplomacia china, han regresado a su país de origen en medio de un ambiente de creciente desconfianza y competencia entre las dos naciones. La historia de los pandas en Estados Unidos se remonta a 1972, cuando el líder chino Mao Zedong prometió los primeros pandas al presidente Richard Nixon, simbolizando una nueva amistad. Con el tiempo, la "diplomacia del panda" ha evolucionado para alinearla con los objetivos de conservación y los intereses estratégicos de China.
Desde la década de 1980, China ha prestado pandas a zoológicos extranjeros bajo acuerdos científicos de corto y largo plazo, sujetos a una mayor supervisión y renegociación. Ahora, con China expandiendo su influencia global, la continuación de estas asociaciones con zoológicos estadounidenses ofrece menores beneficios para su inversión. La experta en diplomacia del panda, E. Elena Songster, sugiere que esta restricción de pandas permite a China aumentar el valor de los préstamos futuros y "repensar y renegociar exactamente lo que significan estos préstamos".
A pesar de algunos momentos positivos recientes en las relaciones entre EE. UU. y China, como el anuncio de una reunión entre el presidente Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping, no ha habido nuevas ofertas de pandas ni anuncios de extensión de préstamos. Los pandas han sido una atracción no solo en Washington, sino en todo Estados Unidos, con 13 pandas distribuidos en cuatro zoológicos. Sin embargo, con la finalización del programa de préstamos en Washington, Atlanta se convierte en el último zoológico de EE. UU. en tener pandas, y estos también están programados para regresar a China el próximo año.
La partida de los pandas no se debe a la incapacidad de cuidar a los animales, ya que tanto los zoológicos estadounidenses como ambos gobiernos mantienen que los programas de cría y arrendamiento han sido exitosos, promoviendo la conservación y los objetivos interculturales. Liu Pengyu, portavoz de la Embajada China en Washington, afirmó: "Se han logrado muchos buenos resultados en cría, prevención y control de enfermedades, intercambios técnicos y conciencia pública", lo que ha jugado un papel positivo en la protección de especies en peligro y en el fortalecimiento de la amistad entre los pueblos chino y estadounidense.