El pasado 28 de marzo marcó un día de importantes movilizaciones contra Elon Musk y Tesla, bajo el lema “Tesla Takedown’s Global Day of Action”. Más de 200 manifestaciones, distribuidas en distintos puntos del mundo, buscaron expresar un rotundo rechazo hacia las decisiones recientes del empresario. En los Estados Unidos, la epicentro de estas protestas, se registraron cientos de concentraciones, incluidas casi 50 en el estado de California.
Las demandas de los organizadores van dirigidas tanto al gobierno de Donald Trump como a Musk mismo, en un intento por denunciar despidos masivos en Tesla y recortes presupuestales federales que supuestamente afectan a diversos sectores. Además, han señalado que Musk estaría utilizando su fortuna para socavar la democracia, exhortando a los ciudadanos a no adquirir vehículos de Tesla, vender cualquier acción relacionada con la empresa y sumarse activamente al movimiento.
Entre los afectados por este entorno de controversia están las finanzas de Tesla y de su fundador. Desde el inicio del mandato de Trump, las acciones de la compañía han sufrido una caída superior al 35%, mientras que el valor de reventa de los vehículos usados de la marca registra mínimos históricos. La fortuna personal de Musk no ha quedado al margen, experimentando una disminución del 25%, correspondiente a un valor aproximado de 100 mil millones de dólares.
Estas protestas no surgieron de la noche a la mañana. Sus comienzos se remontan a febrero de 2025, cuando se realizaron manifestaciones en varias ciudades estadounidenses, en las que se observaron pancartas con mensajes y caricaturas críticas hacia Musk. La organización detrás del movimiento ha ampliado considerablemente su alcance, logrando captar alrededor de 25,000 seguidores en la red social Bluesky en pocas semanas. Figuras públicas como el activista Alex Winter han contribuido a visibilizar esta causa.
No obstante, no todo se ha desarrollado pacíficamente. Durante las semanas previas, se reportaron actos de vandalismo en múltiples instalaciones de Tesla. La gravedad de estos incidentes ha llevado a la administración Trump a catalogarlos como "terrorismo doméstico". Además, la fiscal general Pam Bondi ha advertido sobre la imposición de medidas legales contundentes contra quienes resulten responsables de estos hechos.
Elon Musk ha respondido defendiendo su gestión, afirmando que sus decisiones buscan una mayor eficiencia en el gobierno. Sin embargo, declaraciones como las de Vickie Mueller Olvera, organizadora de las manifestaciones en el Área de la Bahía, reflejan el escepticismo hacia su figura y las decisiones que han desatado esta oleada de descontento social.
Entre las actividades previstas, se proyecta que el 29 de marzo será el día de mayor convocatoria, con 213 protestas planificadas. Estas tendrán lugar en diversas ciudades de los Estados Unidos, desde Waterville, Maine, hasta Honolulu, Hawái, además de 32 ubicaciones internacionales que incluyen países como Australia, Finlandia y Alemania. Este movimiento global sigue creciendo mientras las tensiones alrededor de Tesla y Elon Musk continúan escalando.
Desde el inicio de la administración Trump, la fortuna de Elon Musk ha disminuido en 100 mil millones de dólares, equivalente al 25% de su patrimonio, marcando una de las caídas más significativas para el magnate.