Mar Galcerán, de 45 años, ha marcado un hito en la historia política de España al convertirse en la primera parlamentaria con síndrome de Down. Su elección representa no solo un avance en la inclusión de personas con discapacidades intelectuales en la política, sino también un cambio en la percepción social sobre las capacidades y contribuciones de estas personas. Galcerán, miembro del Partido Popular (PP), ha estado involucrada en la política desde los 18 años, motivada por su interés en las tradiciones y valores del partido.
Su camino hacia el parlamento regional de Valencia ha sido el resultado de años de dedicación y trabajo dentro del PP. La noticia de su elección fue recibida con entusiasmo tanto por sus compañeros de partido como por la comunidad en general, destacando el papel de Galcerán como un símbolo de superación y cambio. Su presencia en el parlamento es vista como un paso importante hacia una mayor inclusión y reconocimiento de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades en la esfera pública y política.
Galcerán ha trabajado durante más de dos décadas como funcionaria en Valencia, enfocándose en políticas inclusivas y apoyando a familias con niños con síndrome de Down. Su experiencia y compromiso con la causa de la inclusión la han convertido en una voz importante para este colectivo. En su nuevo rol, Galcerán busca promover la igualdad de oportunidades y luchar contra los prejuicios y estereotipos que aún enfrentan las personas con discapacidades.
La llegada de Galcerán al parlamento ha generado reacciones mixtas en las redes sociales, con mensajes de apoyo y otros que cuestionan su capacidad. Sin embargo, ella se mantiene firme en su objetivo de ser un ejemplo de superación y contribución activa en la política, deseando ser reconocida por su trabajo y no solo por su condición. Su historia es un testimonio de perseverancia y un llamado a la sociedad para valorar a las personas por sus habilidades y contribuciones, más allá de cualquier discapacidad.
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